En el caso del incendio de Ateca que arrasó 14.000 hectáreas, se aprobó un Decreto-ley que regula las ayudas directas en materia agrícola y para la recuperación del medio forestal. Una medida que se lleva a cabo, ha dicho Lambán, cuando se constata «cuál era la dimensión y la calidad de los daños y quienes eran los damnificados».
En el caso del incendio de Añón del Moncayo, que ha quemado alrededor de 6.000 hectáreas, «habrá que hacer exactamente lo mismo», ver exactamente que tipo de daños se han producido, quienes son los damnificados, «y en consecuencia actuar», ha expresado el presidente del Gobierno de Aragón.
Lambán ha continuado diciendo: «para nosotros tienen el mismo trato y han de ser respetados por igual los damnificados de Ateca que los del Moncayo».
El presidente aragonés ha detallado que las ayudas extraordinarias se producen cuando los daños tienen «componentes extraordinarios», como ocurrió con algunas personas damnificadas por el incendio de Ateca. Respecto al siniestro de la zona del Moncayo, Lambán ha expresado que se estudiarán los daños «con el mismo prisma y con los mismos criterios» para estudiar lo que se va a hacer.
Javier Lambán ha realizado estas declaraciones a los medios de comunicación durante su visita a la visita la Iglesia de la Mantería, en la capital aragonesa.
Zonas gravemente afectadas
El Consejo de Ministros acordó este martes, 23 de agosto, declarar zonas afectadas gravemente por emergencias de protección civil (ZAEPC) las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Illes Balears, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Valencia, Extremadura, Galicia, Madrid, Región de Murcia, Comunidad Foral de Navarra, País Vasco y La Rioja, que desde el pasado 12 de junio han sufrido en total 119 incendios forestales.
En el caso de Aragón, el primer incendio forestal tuvo lugar el 15 de junio en Graus (Huesca); y le siguieron en la provincia de Teruel el mismo día en Valderrobres y el 29 de junio en Calamocha. En Zaragoza el más importante ha sido el de Ateca el 18 de junio y el de Añón de Moncayo el 13 de agosto.
En todos los casos, estos incendios alcanzaron tal gravedad que las comunidades autónomas afectadas se vieron obligadas a activar sus respectivos planes de protección en una situación operativa de niveles 1 o 2, tal y como establece el Plan Estatal General de Emergencias (PLEGEM).
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