Todo se remonta al 12 de diciembre de 2015, cuando Maloma, natural del Sáhara Occidental pero nacionalizada española al haber sido adoptada por un matrimonio de Mairena, se encontraba en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia, en el marco de un viaje cursado a cuenta de una enfermedad que sufría su madre biológica.
Al reunirse con su familia biológica en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, según sus padres adoptivos, Maloma habría sido retenida contra su voluntad por sus familiares originales, quienes habrían impedido que regresase a España según lo previsto inicialmente. Sus padres adoptivos alertaban así de que Maloma había sido «secuestrada» por su familia biológica, al no permitir su vuelta a España.
Desde entonces, el caso de Maloma deparó diferentes giros. Y es que si bien la familia española de la joven recordaba que la misma viajó a Tinduf «con billete de vuelta» y habría sido retenida en contra de su voluntad, en febrero de 2017 circulaba un vídeo en el que la propia Maloma negaba en primera persona que estuviese «secuestrada por el Frente Polisario, por Argelia», por su familia biológica o «por nadie».
La situación de maloma
«Estoy aquí porque yo quiero. Es mi deseo estar una temporada con mi gente», enfatizaba, avisando de que en aquellos momentos se estaba «formando una bola increíble» en torno a su situación, a cuenta del notorio impacto mediático del caso. Posteriormente, y a través de un comunicado, aseguraba que estaba «libre y feliz» y que había «elegido libremente» el lugar donde residir y las personas con quienes «compartir» su vida.
La joven, en cualquier caso, contrajo matrimonio en los citados campamentos de refugiados saharauis y ha tenido descendencia allí, en concreto tres hijos, toda vez que la familia española de Maloma insistía en que antes del último vídeo y de la boda, ella misma habría trasladado, mediante una conversación telefónica, «que estaba deseando volver» a España.
Sea como sea, la familia adoptiva de Maloma avisaba en todo momento de que en los citados campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, la joven estaría coaccionada, reclamando insistentemente que pudiese regresar a España para que, en plena libertad y pleno ejercicio de sus derechos como española, declarase «dónde, cómo y con quién quiere vivir».
La incansable lucha de sus padres adoptivos
Para ello, los padres adoptivos de la joven protagonizaron una prolongada y persistente lucha, traducida en diversas cartas al Gobierno central solicitando su intervención y la repatriación de Maloma; una reunión en diciembre de 2017 con el presidente del Senado, Pío García Escudero; un breve encuentro en enero de 2018 con Mariano Rajoy cuando el mismo era presidente del Ejecutivo central; reuniones con responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores; una entrevista en 2019 con Marta Bosquet como presidenta del Parlamento de Andalucía, movilizaciones en la calle y un sinfín de gestiones y solicitudes ante las instituciones.
En diciembre de 2021, con motivo del sexto aniversario de la retención de la joven en Tinduf, José Morales, padre adoptivo de la misma, explicaba a Europa Press que su esposa y él mantenían al menos un contacto habitual con Maloma a través de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, conservando la esperanza de que regresase a España.
Yo pienso que sí«, aseguraba José Morales, confiando en que »algún día" Maloma volviese a España, como finalmente ha sucedido, gracias a lo cual la joven, junto a su marido y sus hijos, se ha reunido con su familia española y se ha instalado con ella.
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