Estos datos han sido facilitados por el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que ha inaugurado este miércoles en Bilbao una jornada sobre la trata y explotación sexual organizada por la Ertzaintza.
La jornada, titulada «Nuevos Retos ante la Trata y la Explotación Sexual», ha tenido lugar en el Bizkaia Aretoa de la UPV/EHU de Bilbao y tiene como objetivo promover «una reflexión multidisciplinar» sobre la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y abordar, asimismo, esta «grave tipología delictiva» desde un triple enfoque policial, judicial y social, y con experiencias internacionales.
En su intervención inaugural, Erkoreka ha explicado que la Ertzaintza cuenta con un grupo de trabajo «estable» de agentes con especialización y formación en la trata con fines de explotación sexual para luchar, de una manera integral, contra «esta forma degradante y extrema de violencia contra las mujeres», que ha considerado «un fenómeno delictivo de primera magnitud que atenta contra los derechos fundamentales de las personas, en su mayoría, mujeres y niñas».
El vicelehendakari ha remarcado que la trata de personas con fines de explotación sexual está considerada «la esclavitud del Siglo XXI», y ha añadido que es una tipología delictiva «muy lucrativa, solo comparable con el tráfico de armas o el de drogas».
Josu Erkoreka ha afirmado que este delito es «una de las expresiones más descarnadas, degradantes y extremas de la violencia contra las mujeres». «Por eso, es una tipología delictiva considerada estratégica en los planes y actuaciones de la Ertzaintza para luchar contra ella», ha añadido.
Igualmente ha recordado que se estima que afecta a 21 millones de personas en todo el mundo, y es «muy compleja» de perseguir porque, a menudo, es una actividad transnacional con múltiples ramificaciones. La ONU calcula que cada año llegan a Europa más de 70.000 mujeres de todo el mundo víctimas de las redes de trata.
Complejidad y labor transversal
Erkoreka ha manifestado que, debido a esta complejidad, las actuaciones para erradicarla son transversales e implican a toda la estructura policial: desde los equipos de protección ciudadana que, de manera previa y con formación específica, se acercan e intentan contactar con las víctimas, hasta las unidades de investigación criminal, inteligencia y policía judicial.
Todos ellos trabajan junto con la Judicatura, hasta identificar a las personas autoras, desarticular las redes que hay detrás, procesar a sus personas autoras y, sobre todo, liberar a las víctimas.
Posteriormente, el trabajo continúa con la protección a las mujeres que han sido rescatadas hasta que puedan vivir libremente y con la plenitud de sus derechos restaurados.
Para llevar a cabo esta labor, ha explicado Erkoreka, «la Ertzaintza está presente en todos los lugares donde se ejerce la prostitución en Euskadi para realizar tareas de prevención, pero también para obtener información y detectar a las posibles víctimas, y, así, poder comenzar el trabajo policial para su liberación, atención y protección».
Estas mujeres, ha proseguido, son consideradas «víctimas invisibles» por la dificultad que supone contactar con ellas ya que suelen desconfiar de la policía fruto de la experiencia en sus países de origen (una importante mayoría son extranjeras) y porque, además, a menudo son víctimas del chantaje, amenaza y extorsión para mantener su actividad en silencio.
Es por ello, que la Ertzaintza actúa como «una policía activa en su búsqueda y localización», tanto en clubes, pisos, locales, pabellones, polígonos, vía pública o chalés, publicitados o no, para establecer una conexión discreta y silenciosa, pero activa y permanente, porque son víctimas de extrema vulnerabilidad.
Contacto estrecho
De la misma manera, mantiene «contacto estrecho» para este trabajo con el conjunto de agentes jurídicos y sociales que trabajan para combatir este delito «execrable»: fiscalía, judicatura, Emakunde, Osakidetza, policías locales y distintas ONGs.
Erkoreka ha trasladado a los asistentes que, teniendo en cuenta la dificultad de conocer las cifras con precisión, la Ertzaintza ha estimado que, en Euskadi, «existen cerca de 1.100 mujeres ejerciendo la prostitución en aproximadamente 120 lugares diferentes».
Desde el año 2010 hasta hoy en día, la Ertzaintza ha realizado 31 investigaciones en relación con la trata de seres humanos con finalidad de explotación sexual. Se ha detenido o investigado a 72 personas y se ha liberado a 65 víctimas: 63 mujeres y 2 hombres.
Entre las víctimas, las nacionalidades son diversas, pero la mayoría de las mujeres liberadas en investigaciones recientes proceden de Colombia, Nicaragua y Nigeria.
Tras la intervención inaugural del vicelehendakari, se ha podido escuchar el testimonio en primera persona de Kelly, una mujer que ha sobrevivido a la trata con fines de explotación sexual en Euskadi.
Entrevistada por Ikaskun Gómez Leis, una agente experta en violencia machista y en trata de seres humanos, Kelly ha relatado su experiencia personal tras ser rescatada por la Ertzaintza de las personas que la estaban esclavizando y sometiendo sexualmente.
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