Según detalla la Comisaría Provincial en un comunicado, otros dos arrestados conducían un vehículo con un habitáculo oculto con varias placas de hachís en su interior y el cuarto detenido fue identificado en un
control policial portando entre sus pertenencias sustancias estupefacientes.
Tras numerosas vigilancias, los agentes comprobaron el pasado 31 de enero que en una vivienda ubicada a 50 metros de un instituto había un trasiego de menores de edad que accedían desde el centro formativo a ese lugar, que confirmaron posteriormente que era utilizado por su morador para vender sustancias estupefacientes.
El registro realizado por los agentes permitió intervenir un kilo de hachís repartido entre «bellotas» y placas de polen de la misma sustancia junto una báscula de precisión, por lo que fue detenido el morador y responsable del punto de venta.
Como consecuencia de esta primera operación se establecieron dispositivos de control de vehículos en lugares estratégicos de Linares que permitió detectar el pasado 1 de febrero un vehículo ocupado por dos varones que mostraron una actitud «muy nerviosa y esquiva» ante la presencia de los agentes, respondiendo de forma «incoherente» a sus preguntas.
Durante el registro del vehículo los agentes localizaron un habitáculo oculto, conocido como «caleta», en los laterales de la zona trasera en cuyo interior se encontraron ocho kilogramos de hachís, repartidos en placas de 100 gramos, portando a su vez cada uno de ellos una pequeña placa de la misma sustancia de 25 gramos cada una. Por todo ello ambos fueron detenidos por un delito de tráfico de drogas.
Finalmente, un cuarto varón fue detenido en un operativo desplegado en el entorno de estaciones de autobuses y trenes cuando portaba entre sus pertenencias 30 gramos de hachís. Todos los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.
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