Esta modalidad de venta se ha puesto en marcha después de que el Gobierno aragonés, que se ha convertido en heredero de los bienes al no haberse encontrado sucesores de los fallecidos, constatase que no hay previsiones de utilizarlos para desarrollar actividades propias de la Administración, según han indicado desde el Departamento de Hacienda y Administración Pública.
Viviendas, terrenos, plazas de aparcamiento y locales conforman un material atractivo para las subastas a la espera de que las pujas les otorguen un nuevo titular que permita dar un uso directo a los bienes. En realidad, esta nueva subasta tiene su origen en la orden que al respecto que firmó la directora general de Patrimonio y Organización, Marta Aparicio, el pasado 20 de enero.
Proceso minucioso
La organización de la subasta es un proceso muy elaborado, ya que no solo se trata de informar del listado de bienes que se subastan, de realizar la tasación de cada uno de ellos, o de establecer los requisitos de los participantes, sino que se arbitran mecanismos, incluso, para que cada interesado que lo solicite pueda ver las fincas de su interés.
No obstante, se trata ya de un procedimiento administrativo perfectamente incorporado al trabajo de la Dirección General que siempre destaca la doble validez de este mecanismo, tanto porque rescata los bienes del abandono y del deterioro al propiciar que pasen a otro titular como porque se traduce en un apoyo directo a las organizaciones del tercer sector.
«Los preparativos son muy exigentes. Lo cierto es que sacar un bien a subasta lleva un trabajo de comprobación y puesta a punto muy intenso y complejo, pero a la vez genera satisfacción por ser el nexo entre las dos vidas de un bien determinado, y porque a la vez que constituye un apoyo directo a las ONG's», ha señalado la directora general de Patrimonio y Organización, Marta Aparicio.
Fianzas para participar
La tasación de cada lote se hace de acuerdo a la Ley de Patrimonio del Gobierno de Aragón. Además, cada persona interesada en formar parte del proceso de venta debe aportar antes del día de la subasta una fianza del 25 por ciento del precio de salida de cada lote, ya sea mediante talón o cheque, pero nunca en metálico.
Es una cantidad que se devuelve al titular en el caso de que no sea el adjudicatario del bien enajenado, pero que además sirve para calibrar el interés que suscita la enajenación. Esta subasta, que ya se celebra sin las limitaciones de aforos que ocasionó la pandemia de coronavirus, ha incorporado de manera permanente las pujas telemáticas, que se pusieron en marcha en 2021.
Así, el próximo miércoles, además de la asistencia en la sala de la subasta, los interesados que prefieran la modalidad on line podrán tratar de hacerse con un lote sin desplazarse a la plaza de los Sitios de Zaragoza.
Pujas online
Los que se decantan por participar a través de pujas online debieron solicitar su registro como licitador antes de antes de las 00.00 horas del pasado 8 de marzo. Para estos casos, la organización les otorga un nombre de usuario y una contraseña para que puedan realizar su oferta antes del 21 de marzo, es decir, el día previo a la subasta.
Este sistema solo permite hacer una única puja, que no se podrá mejorar en el transcurso de la subasta. En cambio, los presenciales pueden hacerlo hasta en tres ocasiones, en función de las tres voces dadas por el Voz Pública.
Cuando dejan de hacerse propuestas, la presidenta de la Mesa declarará concluida la presentación oral de ofertas y se procede a la apertura de las presentadas de manera telemática. La más elevada se hará con la posesión del bien subastado.
Características de los lotes
A esta puja por los 52 lotes pueden concurrir todos los ciudadanos que tengan capacidad de contratar. Así podrán presentar sus ofertas por las 16 viviendas, las 22 fincas rústicas, los solares, garajes y locales que se ofertan.
Hay propiedades en municipios de las tres provincias, como Alarba, Bulbuente, Cariñena, Magallón, Novillas, Pedrola, Barbastro, Binéfar, Jaca, Albarracín y Alcañiz, entre otras.
En el listado de bienes, los que parten con un precio de licitación más elevado se corresponden, por lo general, con las viviendas que se localizan en la capital aragonesa, como los pisos de la plaza Pedro Nolasco, 2, Rioja,8, Paseo María Agustín, 88, o calle San Miguel,31.
La pieza que tiene el mayor precio de partida es un piso junto a la plaza de aparcamiento radicada en la calle Cesáreo Alierta 35, con 251.829 euros de precio de salida. El bien más asequible corresponde a una finca rústica en Bulbuente, con un precio de partida de 466 euros. Para todos los productos que salen a enajenación se admiten ofertas a partir del 75 por ciento del precio de licitación.
Con esta acción, el Gobierno de Aragón «estimula la rentabilidad y el cuidado del patrimonio», a la vez que recalca el fuerte componente social del Gobierno de Aragón, ha concluido Aparicio.
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