Archivo - Imagen de recurso de la Marea Blanca | Fernando Sánchez - Europa Press - Archivo

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La Marea Blanca ha vuelto este domingo a salir a la calle en el centro de la capital con su 98 edición para defender la Sanidad Pública madrileña, denunciar la «privatización» y los «recortes» y pedir más recursos y financiación para los servicios públicos.

En concreto, la concentración convocada por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (MEDSAP)-Marea Blanca ha arrancado a las 12 horas en la Plaza Juan Goytisolo, junto al Museo Reina Sofía.

Una protesta que se ha celebrado bajo el lema 'Destapando el velo de la ignorancia' para poner el foco en ese «que usan algunos políticos para cubrirse y para actuar desde su propio interés, sectarismo y pensamiento supremacista».

Para ello, han contado con el testimonio de protagonistas de todas las perspectivas para pintar el retrato más certero visto desde sus puestos en su día a día.

«Desde hace años la Comunidad de Madrid, gobernada por un partido tea party, del más recalcitrante neoliberalismo se puso en pie un modelo pro - privatizador que ha ido aumentado en un proceso paralelo de degradación de lo público por quienes eran y son responsables del mismo y tiene la desvergüenza de decir que los trabajadores públicos eran/son malos; lo público demasiado caro y lo privado menos costoso, más eficiente y eficaz», señalan los convocantes.

La última Marea Blanca, el pasado 13 de enero, reunió a unas 30.000 personas, según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid, para denunciar las políticas sanitarias de Isabel Díaz Ayuso. Como en aquella ocasión, durante la protesta de esta nueva edición se trasladará también el apoyo a los médicos y pediatras de Atención Primaria en huelga indefinida desde el pasado 21 de noviembre.

Además, se producirá una semana antes de la manifestación que el próximo 26 de marzo recorrerá el centro de Madrid en defensa de una Sanidad Pública, universal y de calidad para denunciar un modelo sanitario del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso que lleva a que la salud madrileña «agonice». Arrancará a las 12 horas de Plaza de España para llegar hasta Atocha bajo el lema «Por una sanidad madrileña pública, universal y de calidad».

Una protesta convocada por decenas de entidades sociales, profesionales de la sanidad y del ámbito de la ciencia, organizaciones sindicales y vecinales, plataformas profesionales de la salud y asociaciones de usuarios, con el apoyo de los partidos de la oposición madrileña PSOE, Más Madrid, Podemos e IU.

Quitar el velo

En esta 98 edición de la Marea Blanca se defenderán los servicios públicos frente al afán privatizador del Ejecutivo madrileño. «La gestión no puede realizarse al capricho de políticos sectarios, elitistas y mercantilistas que nutren con el dinero de nuestros impuestos las arcas de la especulación privada, incluidos los fondos buitre», advierten los convocantes.

Los organizadores denunciarán con esta nueva protesta el modelo público-privado de gestión sanitaria por el que ha apostado la Comunidad, «en otra nueva rosca de la gran tuerca neoliberal que justifica todo con el fin de mantener una economía para las élites».

El objetivo principal será el de reclamar unos servicios públicos «reforzados» y «no entregados a obscenos mercados deshumanizados y polivalentes» y recordar que una Sanidad Pública 100% «es la única que garantiza la salud, »derecho humano fundamental".

«No podemos ser ignorantes políticos en una sociedad de corte democrático. De esa ignorancia nace la desigualdad, la precariedad, la corrupción, la esclavitud, el vasallaje y servidumbre bajo quiénes pretenden de forma espúrea desconociendo cuáles son sus obligaciones en puestos institucionales que están gobernando nuestros servicios, nuestros derechos y nuestras libertades y lo hacen en contra nuestra. No van a manejarnos como ignorantes por qué no lo somos y hemos venido demostrándolo», señalan desde la organización.

Así, acusan a la Administración de jugar «con su ignorancia mentirosa para fomentar la de toda la ciudadanía en un plan de despiste que les permita avanzar en su plan de destrucción del modelo que construimos». «El peor virus es el sistema, no le sigas el juego», zanjan.