La consejera de Sanidad, Sira Repollés, visita el Robot da Vinci, recién instalado en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. | Europa Press - EUROPA PRESS

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La consejera de Sanidad del Gobierno regional, Sira Repollés, ha visitado este lunes, 27 de marzo, el Robot da Vinci, recién instalado en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, el primero de los tres que está previsto que lleguen a la comunidad autónoma y que supone implantar la cirugía robótica en Aragón, que beneficiará a unos mil pacientes al año.

Repollés ha calificado de «hito» disponer de esta tecnología, que es «mucho más precisa, evita complicaciones, modula mucho el posible temblor o error humano y tiene unos tiempos de recuperación infinitamente mejores».

Asimismo, ha precisado que podrá estar en uso dentro de un mes y medio en el Servet y a finales de año llegará a los hospitales Royo Villanova y Clínico Universitario de Zaragoza. «Es el primero de los tres aparatos que se han adquirido», ha explicado Repollés en declaraciones a los medios de comunicación, tras visitar el primero de ellos, cuyo coste supera los 2,3 millones de euros.

La consejera ha aclarado que no se trata solamente de disponer de un nuevo robot, «sino de la implementación de una técnica nueva», que dará cobertura a pacientes de todas las áreas sanitarias de la comunidad autónoma.

Especialidades y procesos

Repollés ha dicho que se comenzará con la intervención de próstatectomía radical, «que es en la que se tiene más experiencia y sabemos que producen mucha mejoría en los resultados del paciente».

Los servicios que más van a utilizar esta técnica son los de Cirugía General, Urología y Ginecología. Posteriormente, se incorporan otros, como Cirugía Torácica y Otorrinolaringología.

En cuanto a los procesos, el robot Da Vinci está enfocado a una mayor precisión en las intervenciones de cáncer de próstata, páncreas, colon y recto, pulmón, ovario o laringe, sin dejar fuera otros procedimientos relacionados con el tratamiento de la endometriosis o la obesidad mórbida, por ejemplo.

Este equipo ofrece ventajas en la visión ampliada y nítida del campo quirúrgico, con navegación 3D inmersiva, una mayor libertad de movimientos en el campo quirúrgico gracias a los brazos robóticos informatizados, aportando mínima invasión y máxima seguridad. El robot permite una mejora en la maniobrabilidad de los elementos con los que se trabaja y en la ergonomía para el sanitario.

Todas estas aportaciones tecnológicas, manejadas por el cirujano, facilitan un mejor acceso a determinadas zonas del campo quirúrgico, preserva las estructuras colindantes a la zona a operar y ocasiona un menor sangrado, lo que redunda claramente en beneficio para el paciente.

Comisión

La consejera ha informado de que se ha creado una comisión de expertos para la implantación de la cirugía robótica, desde la que se va a plantear la formación de los profesionales en la adquisición de las competencias para poder realizar las intervenciones con este robot.

La comisión está formada por los jefes de servicio de estas especialidades de los tres hospitales donde va a estar instalado el robot y en ella también se van a establecer los criterios de remisión de los pacientes y cada uno de equipos que se formará en determinadas técnicas determinadas. A colación, la consejera ha aclarado que se elegirán aquellas «que se pueden ver más mejoradas con este tipo de robot».

Esto supone la puesta en marcha por parte del Departamento de Sanidad ha puesto en marcha el Programa de Cirugía Robótica en Aragón (CIRA), asesorado por la citada comisión, que será la encargada de supervisar la correcta implantación de los robots en sus hospitales.

De momento, esta tecnología se ha ubicado en un área que permite la formación a la vez que la continuidad de la cirugía diaria, sin interferir en la misma.

Precisión

La jefa del Servicio de Urología del Hospital Miguel Servet, María Jesús Gil Sanz, ha contado que la «gran ventaja» de esta tecnología «es la precisión en la cirugía» ya que el robot posee cuatro brazos articulados, que se manejan desde una consola, y se evita «el temblor del cirujano».

Además, «la precisión en cirugías muy complejas hace que también haya menos sangrado en el paciente y mejoría en la calidad de vida» porque se minimizan los efectos secundarios de ciertas cirugías, como es, en el caso de la prostatectomía radical, la incontinencia y la impotencia, «que pueden ser mejorados» respecto a las técnicas de laparoscopia y de cirugía abierta.

Gil Sanz ha añadido que otras mejoras son los tiempos de la rehabilitación, un menor dolor, necesidad de menor analgesia y una reducción de la estancia hospitalaria, de manera que el paciente se puede incorporar antes a la vida laboral.

Tiempo de aprendizaje

La jefa del Servicio de Urología del Hospital Miguel Servet ha comentado que el tiempo de aprendizaje que requiere esta nueva tecnología es mucho menor y menos costoso que en el caso de la laparoscopia. Esta semana comenzará a formarse el personal médico y de enfermería.

La especialista ha manifestado que se cuenta con cuatro fase de implantación: una teórica --de conocimiento de la técnica, del robot y que incluye la observación de casos en centros expertos--, y una segunda, de talleres, con el robot ya instalado, que incluye también la simulación sin pacientes y la visita a centros expertos.

La tercera fase se centra en la visita de los tutores expertos al hospital aragonés y su acompañamiento en las primeras cirugías y la cuarta el cambio de procedimiento en el hospital.

Por su parte, el jefe de servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Miguel Servet, Ángel Lobón, ha mostrado su satisfacción por poder disponer de esta tecnología. «Nos hubiera gustado tenerla mucho antes; en España ya es una cirugía bastante estandarizada, no es el futuro, es el presente», pero «estamos entusiasmados».

Renovación tecnológica

El Gobierno de Aragón ha indicado que ha apostado por la renovación de la tecnología sanitaria desde 2015 y entre el 2016 y el 2021 la inversión en la adquisición de equipos de alta y media tecnología ha superado los 43 millones de euros.

Además de los tres equipos de cirugía robótica Da Vinci, destaca la implantación en todos los hospitales de la comunidad autónoma de la Radioterapia Intraoperatoria, que permite el tratamiento de cáncer de mama con radipoterapia durante la propia intervención quirúrgica, evitando desplazamientos innecesarios.

El Ejecutivo también ha mencionado el Plan INVEAT, que ha posibilitado que lleguen a Aragón 26,5 millones de euros que han conseguido, entre otras renovaciones y nuevas adquisiciones, que el Hospital San Jorge de Huesca disponga de un acelerador lineal antes de que concluya esta legislatura. Fuera del Plan, Teruel contará con otro acelerador que se instalará en el futuro hospital.