Esta mañana se ha presentado en la DPZ la exposición de grabado de Antonio López | Europa Press

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La Diputación de Zaragoza (DPZ) conmemora este jueves, día 30 de marzo, el 277 aniversario del nacimiento de Francisco de Goya,
con una exposición de grabados de Antonio López en la sala Zuloaga de Fuendetodos. El pintor expone por primera vez su obra gráfica reciente y lo hace pared con pared con la casa natal de Goya, en una muestra que puede verse hasta el próximo mes de septiembre.

La diputada delegada de Cultura, Ros Cihuelo, ha expuesto que «son los grabados más recientes de Antonio López, el artista por excelencia del realismo actual español», al tiempo que destacado la visibilización de Goya y el arte. «Mantenemos esa excelencia y apuesta continua con la figura de Goya dentro de la programación del Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la DPZ».

Desde Fuendetodos se sigue difundiendo la técnica del grabado tanto entre profesionales y aficionados como entre el público infantil y juvenil. En este sentido, el alcalde de la localidad, Enrique Saluela, ha explicado que «en este curso escolar, 3.400 estudiantes van a venir a hacer el curso de grabado y visitar la casa de Goya y las exposiciones». Además, ha detallado que «1.100 de esos escolares van a ser franceses, por lo que el turismo internacional se está incrementando en el pueblo».

La exposición 'Antonio López. Obra gráfica' ha sido organizada por el Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la DPZ y reúne 17 grabados, hasta ahora inéditos del pintor de Tomelloso. El artista llevaba años sin utilizar esta técnica, desde los años sesenta, pero entre los años 2020 y 2023 la ha retomado con dos temáticas claras: la naturaleza muerta a través de las flores, y la vista urbana, representada en la Gran Vía de Madrid.

El gerente del Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la DPZ, Ricardo Centellas, ha señalado que «Antonio López ha retomado por vez primera algo inédito en su producción grabada, la vista urbana, desde la antología que le dedicó el Reina Sofía, se ha focalizado en la Gran Vía. Es un ejercicio de trasladar a lo monumental ese paisaje urbano».

Trece de las estampas expuestas en Fuendetodos tienen motivos florales y fueron creadas durante el confinamiento por la pandemia. Las otras cuatro, siguen el tema del paisaje urbano, plasman distintas vistas de la Gran Vía de Madrid y han sido realizadas dentro de un proyecto activo de edición en torno a esta emblemática arteria de la capital.

Antonio lópez, grabador

La obra gráfica de Antonio López no es muy extensa, ya que su producción está centrada en la pintura y la escultura. El artista manchego realizó varias litografías y aguafuertes en los años sesenta y, de manera esporádica, en distintas obras a lo largo de varias décadas.

En un vídeo realizado para la exposición, el creador manchego afirma sobre el grabado que «hecho como se hacía antes exige muchísimo esfuerzo». «Pintar es fácil, cualquiera con unos pinceles y unos colores pinta, pero en el grabado se necesita un oficio que cuesta aprender y lleva detrás un mecanismo costoso y trabajoso», sostiene.

En 1961 participó en la Colección Boj de Artistas Grabadores, junto con el litógrafo Dimitri Papagueorguiu, que ejerció de maestro grabador y técnico estampador, para poner en marcha uno de los primeros proyectos de venta por suscripción de obra gráfica en España. A partir del año 2000, efectúa con más continuidad la ejecución de distintos grabados con el tema de la naturaleza muerta. La exposición recoge el trabajo último de Antonio López en ese campo.

También exhibe distintos calcos destinados a la ejecución de los aguafuertes que completan algunas de las obras expuestas. En estos calcos se puede observar, a través de unas pequeñas marcas, cómo el autor realiza las mediciones pertinentes del objeto que desea plasmar, creando una estructura de señales que, poco a poco, van dando forma a la obra y que evocan al trabajo esquemático del artista holandés Piet Mondrian.

«Llama la atención que cuando se pone a pintar utiliza regla, compás y transportador de ángulos, porque tiene una visión geométrica de la realidad y plasmarla lleva muchísimo trabajo», ha destacado Ricardo Centellas, agregando que «es una ocasión extraordinaria para ver cómo es ese proceso de creación, gracias a las pruebas de estado y los dibujos de esos cálculos geométricos, y también para acercarse a un arte con el que Antonio López busca el disfrute de un público amplio».

Profundizando en el proceso creativo, la exposición muestra 11 estampas que en muy pocas ocasiones consiguen formar parte de una muestra consagrada a la obra de un artista, ya que pertenecen al ámbito más íntimo del trabajo en el taller de grabado. Se trata de la secuencia completa de los colores que han sido necesarios para crear la obra 'Rosas de invierno', en la que se puede observar la pericia del impresor para elegir el color exacto, que se superpone sobre el anterior y, de esta forma, crea un tercer color.

El resultado final es la suma de superponer todos estos colores, once en total, para que, a través de la transparencia, den como resultado la obra final. Además, se plantea el obstáculo de que el ajuste debe ser perfecto y milimétrico, necesario para que no se produzcan desagradables desenfoques o muarés.

Trayectoria

Antonio López inició su formación artística con su tío, el pintor Antonio López Torres, que le ayudo a tomar la decisión de dedicarse a la pintura de manera definitiva. En 1949 viajó a Madrid para preparar el ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.

Tras terminas los estudios, su producción pictórica recogió elementos de distintas corrientes artísticas como el cubismo o el surrealismo, siendo estos últimos los más recurrentes, ya que le ayudaban a reforzar el carácter narrativo de sus obras.

A partir de los años sesenta comenzó a abandonar los temas oníricos y desarrolló un enfoque más objetivo en sus cuadros. Sus motivos principales son los retratos de personas, que se encuentran dentro de su entorno de familiares y amigos; interiores; naturalezas muertas y paisajes urbanos.

En su larga trayectoria ha participado en innumerables exposiciones colectivas y ha sido el protagonista de diversas muestras individuales, entre las que sobresalen, por su repercusión, las realizadas en la Staempfli Gallery de Nueva York en 1965 y 1968, y en las galerías Marlborough de Nueva York y de Londres en 1986.

En 1985, representó a España en Europalia, en Bruselas, junto con los artistas Eduardo Chillida y Antoni Tápies. Durante su recorrido profesional, ha recibido numerosos premios y nombramientos, entre los que destacan la Medalla de Oro de Bellas Artes, en 1983, y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1985.

Desde 1993 es miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; fue patrono del Museo del Prado entre los años 1998 y 2009; fue Miembro Honorario de American Academy of Arts and Letters de Nueva York en 2004; se le obsequió con la Medalla de Oro de las Bellas Artes del Ayuntamiento de Madrid en 2010 y fue nombrado Académico de Honor por la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia en 2017, entre otras distinciones y reconocimientos.