Según ha indicado la Comisaría de Almería en una nota, la organización contaba con una estructura piramidal que atribuía distintas funciones a sus integrantes, quienes además de traficar con drogas también habrían participado en ajustes de cuentas, extorsiones y 'vuelcos', es decir, el robo de drogas entre narcotraficantes.
El origen de las actuaciones se remonta a finales de 2022, cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento del secuestro de un varón, que fue introducido «a punta de pistola» en un vehículo y trasladado a una finca del Poniente almeriense, donde afirmó haber sido «cruelmente torturado durante horas».
Según su versión, los captores le exigieron el pago de 50.000 euros o la entrega de dos fardos de hachís para su liberación. «Dolorido y aterrado», el denunciante accedió a pagar por su libertad, pero antes de producirse, los secuestradores «le obligaron a que les condujera a su domicilio y les señalara a los miembros de su familia», según la investigación.
A lo largo de los siguientes meses y «movido por los excesos sufridos», la víctima habría cumplido con el pago de las distintas cantidades en efectivo exigidas por el grupo criminal, si bien sus integrantes no habrían dejado de hostigarle «llegando incluso a colocar en su vehículo un dispositivo de seguimiento GPS para tenerlo controlado».
Cuando por fin se decidió a denunciar, la víctima explicó a los agentes que sus «torturadores» eran miembros de 'La banda de Álex el Ruso', una organización criminal que se estaba haciendo un nombre en la provincia «a base de violencia».
También manifestó que, si bien en un primer momento desconocía el motivo de su secuestro y extorsión, durante su cautiverio «supo que le hacían responsable de que un amigo en común, a quien no podían localizar, les hubiera vendido dos fardos llenos sal en lugar de hachís».
Los investigadores, que por esas fechas ya manejaban información sobre las actividades de citada banda, comprobaron la veracidad de los datos aportados por el denunciante y dirigieron sus esfuerzos a identificar a cada uno de sus integrantes y a determinar su posición jerárquica dentro de la estructura de la organización.
Fruto de estas pesquisas, se obtuvo información que corroboró que el líder de la organización era un varón de nacionalidad rusa y 40 años de edad, que ya tenía en su haber distintas detenciones por delitos violentos.
El círculo más próximo a 'el Ruso' estaba compuesto por dos «lugartenientes», uno de nacionalidad lituana y otro de nacionalidad española. Abajo en el escalafón, los investigadores se toparon con miembros de la organización de distinta procedencia: norteamericana, rusa, marroquí y españoles, vecinos de Almería. La mayoría de ellos también con múltiples antecedentes relacionados con el tráfico de drogas y los robos.
Registros en el ejido y roquetas
Una vez centrados los objetivos, los agentes debían localizarlos. A pesar de las rigurosas medidas de seguridad establecidas por los miembros de la banda, que además cambiaban constantemente de vehículos y viviendas, se logró centrar a los investigados en cuatro domicilios ubicados entre Roquetas de Mar y El Ejido.
Con la pertinente autorización judicial y el apoyo de las unidades policiales especializadas, se llevó a cabo la entrada y registro en los mencionados domicilios, practicando las detenciones con las que se dio por desmantelada la banda.
La investigación en el marco de la operación 'Iblis' ha permitido la incautación de 38.585 euros, cinco armas blancas de grandes dimensiones, un táser, 350 gramos de hachís, 25 de cocaína y cinco de cristal, 180 pastillas de éxtasis, una significativa cantidad de anabolizantes, tres vehículos de alta gama, un dispositivo de seguimiento GPS, un inhibidor de frecuencias y distintos útiles usados en la actividad criminal de la banda.
De los ocho detenidos por los delitos de secuestro, tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, lesiones, robo con violencia, extorsión, delito contra la intimidad y tenencia ilícita de armas, el juez titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Almería ha decretado la prisión provisional para cinco de ellos.
La operación dirigida y coordinada por el Juzgado de Instrucción número 3 y la Fiscalía Especial Antidroga, ambos de Almería, ha contado con la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) y la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Almería, así como con la colaboración de los Grupos de Operaciones Especiales (GOE) de Málaga y Sevilla, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Almería y la Unidad de Guías Caninos de Madrid.
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