Juicio por el crimen del Hotel Palace | Europa Press

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Los acusados del crimen del Hotel The Westin Palace, ocurrido la madrugada del 29 de octubre de 2021 en la habitación 541, niegan que suministraran droga a la víctima en contra de su voluntad y sostienen que el fallecido sabía perfectamente que estaba tomando éxtasis líquido, cuya ingesta excesiva le provocó su propio muerte por una intoxicación letal.

El juicio por la muerte de José Rosado, un empresario de 42 años de origen puertoriqueño, ha arrancado esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid con el informe previo de las partes. Los procesados declararán mañana ante el jurado popular encargado de enjuiciar los hechos.

El fiscal solicita 17 años y seis meses de prisión para M. V. P. y otros 19 años y tres meses para M. C., por delitos de homicidio, robo con violencia y estafa. Además, en el caso de M.C. solicita que en la sentencia se sustituya la pena de prisión por su expulsión del territorio nacional debido a los antecedentes penales que acumula.

La muerte del empresario era extraña, ya que el cadáver no mostraba signos de violencia. No había lesiones, ni moratones ni indicios de asfixia, por lo que al principio podría parecer una muerte natural, aunque la habitación estaba revuelta. Las pesquisas desvelaron que los acusados causaron a la víctima una sobredosis por la mezcla de psicotrópicos y alcohol.

Conforme a los informes, los acusados niegan el homicidio de la víctima y se muestran disconformes al relato de hechos de la fiscal, que afirma que le suministraron una dosis letal que ingirió al beber una botella de vino en la habitación del hotel.

Sostienen los procesados que el empresario consumió la droga de forma voluntaria tanto en un bar en el madrileño barrio de Chueca donde les conoció como en la habitación del hotel, donde acudieron a mantener relaciones sexuales.

«Era consciente de que bebía droga», recoge el escrito de defensa de uno de los acusados. Los procesados niegan el homicidio pero no el hurto que se produjo a continuación ni la estafa en su modalidad básica por la sustracción de las tarjetas de crédito. Tras el crimen, acudieron a un cajero pero no lograron sacar dinero al no tener la clave de las tarjetas.

En su exposición, la fiscal ha aseverado que hay prueba suficiente contra los procesados para enervar su presunción de inocencia ante la cantidad de droga ingerida por el fallecido. «La dosis es tan extraordinaria de GHB que casi multiplicada por 100 si fueran simplemente para divertirse», ha subrayado.

Según la fiscal, la dosis con fines lúdicos es entre 500 y 3000 mg, correspondiente a aproximadamente 0,5 y 3 mL de líquido. En caso de José, se detecto 150 ml en sangre, una dosis más que letal.

La abogada de la pareja de la víctima defiende que los acusados aseguraron ese fallecimiento para cometer los delitos de robo y estafa, por lo que califica los hechos de un delito de asesinato al quedar probada la alevosía por triplicar la dosis que se consideraría ya letal.

Uno de los abogados de la defensa ha expuesto que la víctima presentaba una cantidad ingente de alcohol en sangre. «Este señor estuvo de fiesta toda la noche consumiendo todo tipo de alcohol y GHB. Al final, continuaron la fiesta en el hotel y ahí se produjo el fallecimiento», ha dicho.

La otra abogada defensora ha aclarado que su cliente cuenta con antecedentes policiales por delitos contra la propiedad, aportando al juzgado dos resoluciones judiciales en los que fue absuelto de delitos de sumisión química. Al margen de estas cuestiones, ha defendido la inocencia de su patrocinado en lo relativo al homicidio que se le imputa.

Extraño crimen

Las pesquisas llevadas a cabo por el Grupo V de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial desvelaron que los acusados causaron a la víctima una sobredosis por la mezcla de psicotrópicos y alcohol.

Según la fiscal, en la madrugada del día 29 de octubre de 2021, J. I. R. G. , residente en Miami, se encontraba en Madrid al haber acudido a pasar unos días de vacaciones. Durante el transcurso de esa madrugada la víctima conoció a los dos acusados, ambos en situación irregular en España, y sobre las 5:00 horas todos ellos se dirigieron al hotel Westin Palace, donde estaba alojado J. I. R. G.

Una vez en su interior de la habitación los dos acusados ofrecieron a la víctima una copa de vino «habiendo previamente introducido en la botella la sustancia estupefaciente denominada GHB en dosis muy superiores a las normalmente toleradas». Como consecuencia de esta previa ingesta J. I. R. G. falleció, «sufriendo una depresión respiratoria consecutiva a una intoxicación letal por ácido Gamma hidroxibutírico lo cual le provocó una parada cardiorrespiratoria».

Posteriormente, los acusados, «aprovechando que la víctima, bien había fallecido, bien aún se encontraba en estado inconsciente», se apoderaron de un teléfono móvil, de una tablet, de su reloj, así como de varias tarjetas de crédito con las que efectuaron diversos pagos. M. V. P. y M. C. permanecen en situación de prisión provisional por esta causa desde el día 24 de diciembre de 2021 y, en concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía les reclama 150.000 euros.

Pesquisas policiales

La investigación comenzó poco después de que los empleados del hotel informaron a los agentes del suceso cuando alertados por compañeros del empresario que no le localizaban. Iniciadas las gestiones para el esclarecimiento de la muerte, junto a los datos obtenidos por los especialistas en Policía Científica, permitieron a los agentes identificar a dos hombres con los que se le había visto en el establecimiento hotelero.

Concretamente, un hombre de 29 años y otro de 39, que el fallecido había conocido de fiesta la noche antes en una discoteca del barrio de Chueca y que se había llevado a su habitación de hotel, la 541, para previsiblemente practicar sexo.

Sin embargo, en un momento dado, cuando él estaba en el baño, añadieron a la copa el contenido de un frasco de GHB, también conocido como éxtasis líquido, una fuerte droga inmonodepresora.

Así, al poco tiempo de tomar la bebida se desmayó. Los análisis toxicológicos constataron que en el organismo de la víctima había grandes cantidades de sustancias psicotrópicas que combinadas con el alcohol le provocaron un edema pulmonar hasta su fallecimiento.

Cuando la víctima perdió el conocimiento le fueron sustraídos objetos de valor, así como su tarjeta de crédito, tarjeta que fue posteriormente utilizada en dos establecimientos de la localidad madrileña de Móstoles.

Esta circunstancia permitió estrechar el cerco sobre los presuntos autores del crimen, que fueron finalmente localizados y detenidos en sus domicilios por la Policía.

En los registros practicados, los agentes intervinieron la ropa que portaban la madrugada del 30 de octubre, más de 2.500 euros en efectivo, teléfonos móviles, tablets, joyas, documentación de terceros y otros objetos de valor que están siendo analizados por si pudieran estar relacionados con este u otros hechos.