Lobato, que desde la precampaña ha recorrido prácticamente todos los municipios de la región (sobre todo los de su cinturón rojo), ha decidido terminar la campaña en Coslada este viernes a las 19 horas, arropado del ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños y del candidato a la Alcaldía de Coslada y actual alcalde, Ángel Viveros. Después de este acto, acudirá a la fiesta mitin de Maroto, a las 20 horas, según fuentes socialistas.
Si bien estaba previsto que hiciera un tour por algunas ciudades más, este será el único acto de cierre que tenga el candidato, sin haber pasado por Soto del Real, municipio en el que vive.
Milita desde los 15 años en Juventudes Socialistas y desde los 18 años en el PSOE, ha sido alcalde de Soto del Real desde 2015, municipio en el que vive con su mujer y tres hijos, hasta las elecciones del 4 de mayo de 2021 cuando dio el paso como número cuatro de la candidatura de Ángel Gabilondo a la Asamblea de Madrid.
El batacazo electoral que sufrió el PSOE en los pasados comicios (con la pérdida de 13 escaños y el 'sorpasso' de Más Madrid) precipitó la dimisión de José Manuel Franco y la salida del portavoz del grupo, Ángel Gabilondo, tan solo dos días después del resultado de los comicios.
Ello, llevó a Lobato a sus 36 años a presentarse para lograr un partido transversal y, al mismo tiempo, el «referente de la izquierda en Madrid». El 23 de octubre de 2021 consiguió alzarse con el liderazgo de la Secretaría General del PSOE de Madrid frente al alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala.
Tras dos años en la oposición en la Cámara de Vallecas, Lobato se presenta ahora como el candidato al que no le conoce «ni Perry, ni el tato, ni en su pueblo» y al que no le «ponen cara», pero asegura que si es presidente esa cara la dará «por todos los madrileños con un programa »que combina alma y sensibilidad con solvencia", centrado en servicios públicos, vivienda transportes y economía.
La propuesta del PSOE-M viene de «un esfuerzo colectivo» fruto de decenas de Espacios Abiertos, los encuentros participativos que Lobato ha protagonizado en el último año con sectores de la sociedad. El programa se completa con 550 puntos en tres ejes: La economía al servicio de las personas; los mejores servicios públicos y disfrutar del tiempo para ganar en calidad de vida.
Las principales medidas que pondría en marcha Lobato si consiguiera alzarse con la Puerta del Sol serían poner en marcha la Ley de Regeneración Democrática, aprobar unos presupuestos regionales, una ley de Vivienda con la que reducirá el alquiler a los jóvenes en 300 euros y tramitará las primeras 5.000 viviendas en régimen de alquiler asequible en la Comunidad de Madrid.
También, implantará ayudas para los autónomos de hasta seis mil euros por inicio de actividad y ampliación de la bonificación en el tercer y cuarto año. En el ámbito educativo, abrirá los colegios de 7 de la mañana a 7 de la tarde para que «cada familia los utilice a medida de sus necesidades» para ayudar a la conciliación y la gratuidad del acceso del comedor escolar para familias de hasta 35.000 euros.
Plantea la construcción de las 10 nuevas residencias públicas en este primer año de gobierno y pondrá en marcha la comisión de investigación de residencias en la Cámara regional para que «no vuelva a suceder esa falta de dignidad». Como última prioridad, ha remarcado, establecerá la tarifa plana única de transporte para conectar todas las ciudades metropolitanas con esa red de autobuses exprés.
Maroto culmina con una fiesta en un local cerca de plaza de españa
Por su parte, Reyes Maroto cerrará su campaña electoral en el Tempo Club, cerca de Plaza de España, a partir de las 18.30 y se prevé que alrededor de las 20 horas acuda Lobato. Este formato dividido ya lo usaron los socialistas en la apertura, cuando arrancaron en Parla y luego llegaron a la capital para la pegada de carteles.
«Queremos acabar la campaña como la empezamos, con ilusión, con esperanza, acercándonos a los madrileños en esa fiesta», ha narrado la candidata esta mañana al ser preguntada por ese cierre.
Para la socialista se trata de un «refuerzo» de la campaña que ha llevado a cabo pegada a la calle. Reyes Maroto es, de nuevo, una «paracaidista» del PSOE en Madrid, pero esta vez se ha comprometido a poner fin a los consecutivos portavoces que abandonan el Consistorio después de las elecciones o antes de acabar el mandato.
Fue designada en noviembre del pasado año poniendo así fin a semanas de rumores y quinielas en las que, además de ella, también figuraban el director del Instituto Cervantes y viudo de la escritora Almudena Grandes, Luis García Montero; viejos conocidos de la política madrileña como el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales y compañeros suyos de Consejo como Margarita Robles (Defensa), Félix Bolaños (Presidencia) o Fernando Grande Marlaska (Interior).
Tras una presentación formal rodeada de ministros y el presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, Maroto se ha lanzado a una campaña alejada de los grandes encuentros multitudinarios para optar por «mítines de barrio», pequeños actos que incluían un paseo y la explicación de las propuestas socialistas para cada uno de los 21 distritos.
Desde el equipo de Maroto han explicado que este modelo era el que quería la candidata, quien «gana en la distancia corta» y que permitía a los vecinos curiosos acercarse y hablar con ella para poder explicarle las necesidades de cada territorio. «A los grandes mítines solo van los convencidos», sintetizaba un miembro de su lista.
A pesar de que estos mítines de barrio han estado marcados por el poco público, fuentes socialistas rechazan que haya sido una mala campaña porque ha permitido no solo llegar a los vecinos, sino también a las distintas asociaciones y presentarse a Madrid, al ser una de las candidatas menos conocidas.
Maroto ha usado su pasado como ministra durante momentos complicados como la crisis del Covid-19 como eje vertebrador de una de las apuestas del PSOE para estos comicios: presentarse como gestores frente al resto de la izquierda a la que han situado en el «eslogan».
Esta apuesta también la ha materializado en su lista, en la que incluye a secretarias de Estado, diputados y técnicos en áreas como Servicios Sociales, Cultura, Igualdad o Urbanismo, áreas clave para los socialistas en un hipotético Gobierno local progresista.
En el campo de la transformación urbana se encuentra su proyecto insignia, Madrid Próximo, que perfila 16 ejes de transformación de la ciudad, la mayoría fuera de la M-30, para reequilibrar la capital con peatonalizaciones, reverdecimiento e inclusión de demandas históricas de vecinos. Esta es la propuesta estrella que destaca junto a otras medidas como cerrar la incineradora de Valdemingómez, crear una Casa Arcoíris para el colectivo LGTBI o recuperar el IBI social en un programa con 300 iniciativas sectoriales y más de 120 por distritos.
Maroto encara las urnas este domingo con dos grandes retos. El primero de ellos, según vaticinan el grueso de las encuestas, lo cumplirá: revitalizar al PSOE en Cibeles tras 20 años de descensos. El segundo de ellos es revertir su situación a antes de 2015 y situarse como jefes de la oposición en la capital, posición que perdieron en favor de Ahora Madrid con Manuela Carmena al frente.
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