Zaragoza homenajea a los asesinados con música y flores el Día Internacional de la Víctimas del Terrorismo | Europa Press

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La concejala delegada de las Víctimas del Terrorismo en el Ayuntamiento de Zaragoza, Ruth Bravo, ha presidido el acto de homenaje a las víctimas del terrorismo para visibilizarlas y «evitar que se manipule la historia reciente o se haga un uso de la historia que silencia la versión de las víctimas».

Ruth Bravo ha manifestado que es «un honor» que su primera comparecencia pública sea para visibilizar a las víctimas del terrorismo en su Día Nacional de Homenaje, «no dejarlas en el olvido y mostrarles el apoyo del Gobierno municipal, el de la ciudad» y el suyo propio.

Los españoles, los aragoneses y los zaragozanos «hemos tenido que soportar demasiado odio y dolor de quienes han intentado imponer sus ideas mediante el terror y el asesinato», ha dicho en su intervención.

Ha recordado que Zaragoza ha sido hace tres años la primera gran ciudad de España en poner en marcha la concejalía específica de reconocimiento y apoyo a las víctimas del terrorismo y a sus asociaciones, apostillando que la alcaldesa, Natalia Chueca, y el equipo de gobierno «entendemos el papel esencial de las asociaciones de víctimas del terrorismo y la necesidad de actos como éste».

Cuatro ideas claras

La misión del Gobierno de la ciudad, ha dicho Ruth Bravo, es «mantener viva la memoria de las víctimas, rechazando el crimen, el terror y defendiendo los derechos humanos y la convivencia en paz y libertad».

En su discurso, ha comentado que Zaragoza ha vivido «desgraciadamente» 11 episodios sangrientos y «lamentablemente» son demasiadas las personas que han perdido su vida a manos de ETA y los GRAPO o bandas de ultraizquierda menos conocidas como el FRAP, Hoz y Martillo o FRAVA.

A su entender, «deben quedar claras» cuatro ideas a las que ningún demócrata puede renunciar, que son memoria, dignidad, justicia y verdad, y ha agregado que los asesinos, sus cómplices y encubridores «solo merecen el repudio social, la persecución policial y el castigo de los tribunales».

Antes de concluir, ha avanzado que mantendrá todos los años este homenaje ante el monolito de la plaza San Francisco en memoria de todas las víctimas del terrorismo porque «su recuerdo nos sirve para mantener vivo el rechazo a los asesinos y reforzar nuestra fe en los valores democráticos».

El discurso de la concejala delegada de las Víctimas del Terrorismo en el Ayuntamiento de Zaragoza, Ruth Bravo, ha comenzado dando las gracias a los grupos municipales que han asistido al acto: PP, PSOE y VOX, además de representantes de distintas asociaciones de víctimas del terrorismo.

Entre todos, han depositado un ramo de flores en el monolito de un parterre de la plaza San Francisco, en el que se puede leer: «A las víctimas del terrorismo. Zaragoza jamás os olvidará».

El acto ha estado arropado por la música que han interpretado los profesores de la Escuela Municipal de Música de Zaragoza, Antonio Nuez y Javier Mompeón, quienes con su flauta travesera y clarinete, respectivamente han interpretado 'Nostalgia de España', de Gordon Lewys, y 'Andante poco adagio', de Kummer.

38 balazos

La que fuera durante 14 años delegada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maribel Franco Hernández, ha recalcado la necesidad de realizar estos actos porque suponen «no olvidar lo que ha pasado y recordar a todos los asesinados, así de claro». Asimismo, ha criticado a «Bildu y toda la gentuza esa que sigue todavía defendiendo lo que han hecho».

Maribel Franco Hernández es la viuda del coronel José María Martín Posadillo, asesinado el 19 de julio de 1989 por los etarras Henri Parot y Jacques Esnal. En ese atentado, también asesinaron al comandante del Ejército de Tierra Ignacio Barangua. Los terroristas tirotearon el vehículo oficial cuando salían del Cuartel General del Ejército en Madrid y el soldado Fernando Vilches, que conducía el vehículo resultó herido grave.

En declaraciones a los medios de comunicación, ha recordado que hace 34 años su marido no estaba amenazado. «Lo siguieron con el coche y al aparcar para bajar lo ametrallaron a él y a un comandante y el chofer cayó, no murió y no lo remataron».

«Mi marido tenia 38 balazos, que se dice pronto». Maribel Franco ha reiterado que estos actos terroristas «no se pueden olvidar porque, además, no estaban amenazados, iban a buscarlos y los encontraron. La mayoría de los asesinados no estaban amenazados».

Al respecto, ha comentado un episodio que vivió en París, en un juicio contra un terrorista de ETA: «Le pregunté a uno de los etarras por qué habían asesinado a su marido y me dijo: porque llevaba uniforme».