«Es lo más bonito que me llevo. Cuando eres actor, llegas y te vas. Aquí escribes desde la primera palabra y luego tiene su recorrido. Construyes la casa desde cero, es como si no tuviera fin», manifiesta el actor y director en una entrevista telefónica con Europa Press, a unos minutos del preestreno de su película en el Festival de Cine Antonio Ferrandis de Paterna.
A sus 37 años, Mario Casas culmina un «viaje muy largo» desde que empezó a escribir durante la pandemia esta historia junto a Deborah François. Situada en barrios humildes de Barcelona, cerca de donde pasó parte de su infancia y adolescencia, 'Mi soledad tiene alas' narra las vivencias de tres amigos que viven sin pensar en el mañana, dando pequeños golpes en joyerías, aunque entre ellos se esconde un artista con talento.
"óscar y yo nos hemos descubierto como hermanos"
Se trata de Dan, al que da vida su hermano Óscar como protagonista de la cinta, un papel para el que le pidió que «casi no interpretara» y que se dejase guiar. «Ha sido un regalo (...) Me ha visto abierto en canal: ha visto mis miedos, mis inseguridades y mi felicidad», relata Mario, convencido de que ahora se han «descubierto como hermanos» y se conocen mucho más.
En el proceso de casting, que duró un año y medio, el director se ha rodeado de un 98% de actores no profesionales, entre ellos los coprotagonistas Candela González y Farid Bechara, y «gente real» de esos barrios de Barcelona, con los que ha dado vida a una película realista, «fresca y con raza». «Quería chavales con carisma», recuerda, y espera haberles ayudado a «abrirles una ventanita para que tengan más posibilidades».
A nivel personal, Mario Casas compara la soledad y las alas del título del film con el viaje que hizo a Madrid a los 18 años para «buscar un sueño», el de ser actor. «Tuve que tirar para adelante, hay algo de eso en la película», explica.
Se trata, en sus palabras, de reflejar en la pantalla el paso de la niñez a la edad adulta, cuando «tienes que ser consciente de lo que quieres y del camino que quieres». En su caso, aunque recuerda que se «sintió solo», asegura que sacó fuerza de su sueño y «por eso lo de las alas para volar» del título.
«Nos hemos esforzado en hacer la mejor película posible», asevera Mario Casas, quien ganó el Goya a mejor actor protagonista en 2021 por su papel en 'No matarás'. Ahora, una vez completado su debut detrás de las cámaras, afirma que no finaliza su periplo profesional sino que empieza «un nuevo camino»: «Todo sigue siendo como nuevo, cada paso que doy con la película es como si fuera una primera vez».
Le gustaría repetir tras las cámaras
Sus próximos pasos son estrenar este año un par de proyectos como actor, tras lo que confiesa que le gustaría volver a ejercer de director «si la película llama al público y la gente se empatiza y se emociona». «Al final no paro: soy un tipo con muchas inquietudes y ya lo he hecho una primera vez, seguro que he aprendido una barbaridad y he cometido muchos fallos, pero en la inconsciencia te dejas llevar sin presión».
Echando la vista a sus compañeros de profesión, Mario Casas destaca que cada vez más actores, como Marta Nieto, están dando el salto a la dirección y a «contar historias», por lo que anima a aquellos que piensen en hacerlo.
Apoya la huelga de guionistas en eeuu
Pero recuerda que el guion es lo más importante de una película --«o lo escribes tú o tienes la suerte de que confíen en ti»-- y por eso muestra su respaldo a la huelga de guionistas en Estados Unidos, ya que ve «lógico» que haya una mayor regulación del sector ante el auge de las plataformas audiovisuales. «Es necesario», subraya.
Él, «desde el primer momento», tuvo claro que tenía que escribir su debut en la gran pantalla. «Es una experiencia única», proclama, tras la que para él definitivamente el cine se ha convertido en algo que «ama».
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