Según ha indicado el Instituto Armado en una nota de prensa, las investigaciones comenzaron cuando los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), tuvieron conocimiento de la existencia de que varios equinos podrían encontrarse «en riesgo», por presentar «una delgadez extrema y claros signos de desnutrición», en un paraje de pinar de Punta Umbría, toda vez que «no consta» que en la zona hubiera ninguna explotación ganadera autorizada.
De este modo, una vez localizado el lugar, los agentes inspeccionaron el terreno y fueron testigos del «estado de abandono» de los animales, por lo que levantaron acta de lo sucedido. Anexo a la parcela, se halló una construcción donde habitan varias personas, pero «ninguno de ellos son los propietarios», por lo que se inician las gestiones pertinentes de identificación del responsable, que pudo ser posible gracias a la lectura de los microchips de los equinos.
Con la finalidad de poder realizar un diagnóstico o en su caso, tratar las lesiones o enfermedades que pudieran presentar los caballos, se solicitó la colaboración de un profesional de salud animal, desplazándose un veterinario de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Cartaya, perteneciente a la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Aguas y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Huelva
Los equinos localizados presentaban una delgadez severa, posiblemente por una deficiente alimentación, llegando a presentar una yegua de cuatro años, un estado de condición corporal 1, según la escala de Hennecke, además de una marcada ictericia en mucosas.
Todos ellos se encontraban en unas condiciones higiénico sanitarias propensas a la aparición de posibles enfermedades, destacando la abundancia de estiércol como cama o piso, además de la ausencia de restos de alimentación y agua
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