Hasta el momento, no existen evidencias de en qué fecha pudo contagiarse. Actualmente, se encuentra en perfecto estado de salud en su domicilio, según informa la Consejería en un comunicado. Se trata del primer caso confirmado en la provincia en lo que llevamos de primavera.
Sobre este caso, Salud inició actuaciones ambientales junto con las autoridades municipales, consistentes en la búsqueda activa de mosquitos mediante trampeo en zonas próximas a la vivienda del menor. También la Estación Biológica de Doñana-CSIC ha instalado ocho trampas para evaluar el estado de las poblaciones de mosquitos en zonas cercanas a su domicilio. Todas las pruebas, por el momento, han dado negativo.
Por otro lado, se comunica a las autoridades municipales la necesidad de incrementar las labores de gestión de residuos sólidos urbanos y de activar medidas de control y profilaxis de la picadura del mosquito a la población en general. Además, se ha informado al Ministerio de un segundo caso probable en un menor de 17 años de Dos Hermanas (Sevilla), que igualmente comenzó a mostrar síntomas a principios de marzo y ha estado ingresado durante 18 días.
Hoy en día se encuentra en su domicilio y con buen estado de salud. En este caso, se están realizando más estudios de laboratorio para confirmar esta infección. Sobre ambos municipios, Dos Hermanas y Lebrija, el Servicio de Vigilancia de Salud Pública de Andalucía evaluará el nivel de riesgo de cara a la próxima temporada de detección de Virus del Nilo Occidental.
Hasta el 31 de diciembre de 2023, se han notificado al Sistema de Nacional de Vigilancia 113 casos autóctonos, el mes de inicio de síntomas osciló entre junio (un caso probable) y noviembre (cuatro casos confirmados y un caso probable), con máximos en agosto (62 casos, entre confirmados y probables). Se realizan investigaciones entomológicas, cuyos resultados preliminares muestran mayores densidades de Culex pipiens respecto al mismo mes de años anteriores, sin detectarse el VNO en mosquitos hembra.
Actuaciones ante la fiebre de nilo
La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica realiza y publica periódicamente un informe que contempla diversos aspectos, como la densidad de las especies transmisoras y no transmisoras, su tendencia y la presencia en ellos de VNO o su ausencia para prever cualquier tipo de incidencia.
El seguimiento periódico de las poblaciones de vectores (mosquitos) mediante trampas situados en puntos estratégicos de las zonas consideradas de riesgo, permite conocer las distintas especies de mosquitos, la densidad poblacional y la detección de la presencia del virus del Nilo occidental en especies transmisoras como son Culex perexiguus, Culex pipiens, Culex modestus y Culex laticinctus.
Asimismo, posibilita intensificar de forma temprana las medidas de control y prevención de las administraciones locales. La localización de los emplazamientos para las trampas se realiza en 16 municipios de Andalucía, por estar estos clasificados como áreas de riesgo alto o moderado, y para obtener información sobre el progreso del vector en territorios con niveles de riesgo inferiores.
Con ello, se pretende conseguir la detección temprana del aumento de la densidad de mosquitos transmisores y la circulación del virus en los mosquitos para informar a la Administración local, para que intensifique las acciones de vigilancia, control y comunicación en su territorio, disminuyendo así las probabilidades de transmisión a humanos. Y es que la vigilancia entomológica (vigilancia de mosquitos) es la herramienta clave para la identificación precoz de la circulación del VNO en Andalucía, permitiendo adoptar las medidas de vigilancia y control adecuadas destinadas a disminuir el riesgo de la población andaluza.
El criterio que se ha utilizado en la localización de las trampas en los territorios seleccionados ha sido el de zonas donde sea esperable una abundancia importante de las cuatro especies principales vectores (mosquitos) del virus con anterioridad a su mayor presencia en los núcleos poblacionales, es decir zonas con presencia de agua estancada con baja salinidad.
En aquellos casos que se detecten niveles altos de especies transmisoras o presencia del virus se informará puntualmente a los municipios cercanos para que puedan intensificar sus actuaciones de vigilancia, control y comunicación, siendo la combinación de esta vigilancia con la actuación coordinada de las administraciones locales pionera en el control de esta enfermedad.
Esta vigilancia entomológica se suma a las realizadas por la Estación Biológica de Doñana (CSIC) con siete estaciones de trampeo en la provincia de Sevilla y el Servicio de Control de mosquitos de la Diputación provincial de Huelva con 23 estaciones de trampeo por la citada provincia. Además, esta información se coordina y se integra con otras vigilancias realizadas en los caballos y aves, por las autoridades autonómicas de sanidad animal y fauna silvestre, y con la vigilancia epidemiológica humana, de todas ellas se realiza igualmente su seguimiento desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica.
Prevención ante el vno
La infección por el VNO es una zoonosis transmitida por mosquitos del género Culex. La enfermedad afecta a países del sur, este y oeste de Europa. El virus se transmite entre las aves a través de la picadura de mosquitos infectados siendo éste su ciclo natural. Los humanos y otros mamíferos pueden infectarse de forma colateral, sin que desde ellos se produzcan nuevas transmisiones.
Alrededor del 80% de las infecciones por el WNV en humanos son asintomáticas. La fiebre del Nilo Occidental (FNO) es la presentación clínica más común. Los ancianos y las personas inmunocomprometidas corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad neuroinvasiva del Nilo Occidental.
Desde la Consejería de Salud y Consumo se insiste en la necesidad de que la población mantenga las medidas preventivas para evitar picaduras de mosquitos en las horas de mayor actividad de las especies transmisoras de esta enfermedad (en horas de cercanas al amanecer y posteriores al atardecer), tanto individuales -uso de repelentes registrados de uso tópico y ropa clara y que cubra la mayor parte de la piel-, así como domésticas -uso de mosquiteras o repelentes ambientales- sobre todo para la población vulnerable con inmunidad comprometida.
En estas recomendaciones hay que incluir evitar las acumulaciones de agua peridomésticas (jardines, macetas, útiles etc.) que se han producido tras las últimas lluvias para evitar que sean usadas para el desarrollo de larvas de mosquitos, como el conocido mosquito tigre.
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