El Servicio vasco de Salud-Osakidetza ha incluido en su Programa de Cribado Prenatal una nueva prueba no invasiva para mujeres embarazadas, que se basa en el análisis de una muestra de sangre materna que permite identificar durante el embarazo, y sin poner en riesgo la gestación o la salud del feto, alteraciones cromosómicas ligadas al síndrome de Down, síndrome de Edwards y síndrome de Patau.
En un comunicado, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha destacado que Euskadi es la primera comunidad autónoma que pone en marcha esta nueva prueba en su programa de cribado prenatal ofertándola a todas las embarazadas.
«La incorporación de este nuevo procedimiento en las Organizaciones Sanitarias de Osakidetza, que cuenta con una efectividad del 99%, persigue reducir el número de procedimientos invasivos durante el embarazo, como la amniocentesis, que conlleva una serie de riesgos y un porcentaje de pérdidas fetales de alrededor del 1%», ha explicado.
De esta forma, Osakidetza oferta esta nueva prueba, que no conlleva riesgo alguno para la mujer ni para el feto, a aquellas mujeres gestantes con resultado de riesgo intermedio en el cribado o prueba combinada del primer trimestre.
Cribado prenatal
Según ha recordado, las pruebas de cribado prenatal se ofertan a todas las mujeres gestantes que acuden a realizar el control del embarazo a los centros de Osakidetza y mide la probabilidad de que el hijo o hija presente síndrome de Down, síndrome de Edwards o síndrome de Patau.
El cribado o prueba combinada del primer trimestre consiste en la realización de un cálculo de riesgo a partir de factores maternos --edad, tipo de embarazo, antecedentes--, pruebas bioquímicas y ecográficas entre las semanas 11 y 13.
La combinación de estos datos determina el riesgo de que el feto pueda presentar alteraciones cromosómicas, calificándolos como riesgo bajo, riesgo intermedio y riesgo alto. En caso de alto riesgo, se le indica la realización de una prueba de confirmación (biopsia corial/amniocentesis).
En caso de riesgo intermedio, se indica realizar una nueva prueba para detectar Ácido Desoxirribonucleico (ADN) en sangre materna y si el resultado es alto riesgo, también se le solicitará una prueba de confirmación (amniocentesis). En el caso de resultado de bajo riesgo, se indica a la gestante la continuación del embarazo siguiendo los controles habituales.
Osakidetza ha informado de que la prueba realizada hasta ahora del primer trimestre tiene una alta sensibilidad para estos Síndromes (89-95%), y ha afirmado que la incorporación del ADN va a suponer un aumento de hasta un 99% y permitirá además la reducción de técnicas invasivas de confirmación.
Más de 210.000 cribados
«Hay que tener en cuenta que, desde su puesta en marcha en 2009, se han realizado más de 210.000 cribados a mujeres que han acudido a Osakidetza para el seguimiento de su embarazo, con una cobertura superior al 85%, es decir que la mayoría de las embarazadas acuden a Osakidetza para el control de su gestación», ha detallado.
Además, ha indicado que más del 40% de las embarazadas que participan en el cribado tiene más de 35 años, «lo que es importante dado que la edad es un factor de riesgo, por lo que añadir una nueva prueba de cribado prenatal mejorará tanto el acceso como la detección de fetos afectados por anomalías congénitas». Por último, ha destacado que el rechazo al cribado prenatal ha sido inferior al 1%.
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