La obra de Manuela Ballester 'Recuerdo de Valencia' | Europa Press

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«¿Tú sabes lo que tienes aquí? Es de una pintora muy reconocida». Con esta frase que le dijo un amigo durante una visita a su casa, Manuel Sánchez se decidió a descubrir la historia de ese cuadro que había heredado de casa de su abuela y que le gustaba «desde que era un enano». Resultó ser el 'Recuerdo de Valencia' de Manuela Ballester, del que no se tenían noticias desde los años 40, y que gracias a este descubrimiento, se puede ver desde hoy en la ciudad que la inspiró.

'Recuerdo de València' tiene apariencia de suvenir. La obra es el busto de una mujer con adornos de motivos marineros encerrado en una campana de cristal. Al fondo, una escena típica valenciana con una barca y una playa, y rodeando a la campana, una tela verde con bordado blanco y otra roja, simbolizando la bandera de México, donde fue pintado.

La obra forma parte de la exposición 'Manuela Ballester: Pintar frente a todo' que repasa en La Nau la trayectoria de la polifacética artista valenciana que tuvo que emigrar a México durante la Guerra Civil y que terminó sus días en la República Democrática Alemana (RDA). La muestra está abierta al público desde el 12 de marzo y hasta el 1 de septiembre, pero ha sido hoy cuando se ha presentado al público esta obra inédita.

En la rueda de prensa han participado la rectora, Mavi Mestre; la comisaria, Carmen Gaitán; la vicerrectora de Cultura, Ester Alba, y ha estado presente el coleccionista, Manuel Sánchez. Gaitán ha celebrado la posibilidad de que esta obra, cuyo paradero se descubrió hace algunas semanas, se integre en la exposición

La comisaria ha explicado el periplo de esta obra. Ella misma, que lleva una década investigando la figura de Ballester, creía que se encontraba en México. Allí se presentó en 1940 como parte de una exposición de pintores españoles en el exilio y conocía de su existencia por un recorte de prensa, puesto que nunca más fue expuesto.

Sin embargo, la obra estaba en Madrid, en la colección privada de Manuel Sánchez, nieto de pintores españoles exiliados en el país americano. Sánchez desconoce si la obra fue comprada o regalada, pero sí sabía que llevaba en casa de su abuela desde que él era «un enano». «Me gustaba pero nunca me hablaron de él», cuenta.

Así, heredó la obra y la tuvo en su casa durante «veintitantos años» hasta que un amigo suyo le alertó sobre la posibilidad de que el cuadro fuera un original de Manuela Ballester. Le hizo una foto y escribió al Museo Reina Sofía de Madrid, que fue quien se puso en contacto con Gaitán. La comisaria expresó interés en la obra y «dos semanas después, aquí está». Gaitán ha agradecido a Sánchez y al Reina Sofía su colaboración.

'pintar frente a todo'

'Pintar Frente a Todo' es la mayor retrospectiva de la artista valenciana Manuela Ballester, justo cuando se cumplen 30 años de su muerte. La exposición reúne más de 380 obras y documentos y da a conocer material inédito de tres países en los que residió la artista: España, México y Alemania, estos últimos donde se exilió y falleció.

Una «artista polifacética» que experimentó con numerosos lenguajes artísticos: el dibujo, el grabado, el muralismo y la fotografía, aplicados a diversos géneros y temas como el retrato, el paisaje, la publicidad, la propaganda y la moda, indicó la rectora, que hizo igualmente hincapié en «su papel de trabajadora incansable por mantener a su familia en el exilio y comprometida con los valores de la República».

'Manuela Ballester. Pintar frente a todo', comisariada por Carmen Gaitán Salinas, científica titular del Departamento de Historia del Arte y Patrimonio de CSIC, es fruto de casi una década de minuciosa investigación. La muestra quiere contribuir a comprender «el alcance y la importancia» de la actividad artística de la pintora, al tiempo que «arroja luz» sobre trabajos inéditos y se convierte en la primera «gran retrospectiva» de la artista que aúna numerosas y heterogéneas obras, tanto por su formato como por lenguaje y técnica, de su extensa producción, fuera y dentro de España.

Creadora incansable, Manuela Ballester, perteneciente a la llamada 'generación valenciana de los treinta', «forjó, con tenacidad y esmero, un legado que trasciende fronteras y épocas, pero cuya obra todavía esperaba un merecido reconocimiento», según indica Gaitán Salinas en varias publicaciones sobre la artista valenciana.