Los miembros del Consell, en un paseo en barca por l'Albufera tras el pleno | Rober Solsona - Europa Press

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El pleno del Consell ha aprobado una declaración institucional para reivindicar la «supervivencia» de l'Albufera de València y exigir al Gobierno que cumpla con los aportes hídricos para la laguna, con el protocolo de emergencia para evitar situaciones de sequía y con el impulso a su declaración como Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco.

Si el Gobierno no responde a estas peticiones o la respuesta no satisface a la Generalitat, la consellera de Medio Ambiente, Salomé Pradas, ha advertido que «por supuesto» que el gobierno valenciano irá a los tribunales.

En rueda de prensa tras el pleno, celebrado en l'Albufera con motivo del Día Internacional del Medioambiente, la consellera ha criticado al Gobierno por no haber contestado a su requerimiento de hace dos semanas para que aporte los 18 hectómetros cúbicos que no ha destinado al lago como marca la normativa.

«No nos ha contestado porque no pueden contestar, porque no han aportado el caudal ecológico. Teresa Ribera --ministra para la Transición Ecológica-- y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar --Miguel Polo-- saben que están mintiendo cuando dicen que sí ha llegado», ha aseverado.

Por tanto, Pradas ha explicado que el Consell esperara a que finalicen los dos meses de plazo de los que dispone el Gobierno para contestar al requerimiento, dado que es previo a un contencioso, para estudiar medidas judiciales.

Respecto a la declaración de l'Albufera como Reserva de la Biosfera, ha asegurado que el Gobierno tampoco ha contestado a sus peticiones de colaboración en los últimos meses. «La Albufera para el Gobierno no existe, no les preocupa en absoluto», ha denunciado, y ha advertido del riesgo de que el lago vuelva a entrar en sequía como el pasado otoño si no se establece un protocolo de emergencia.

"seña de identidad"

En la declaración institucional, el Consell defiende la «supervivencia» de l'Albufera, declarada Parque Natural en 1986, y recuerda su importancia por contener casi 45 especies de fauna amenazadas y por «su gran tradición etnológica, histórica y cultural del pueblo valenciano».

«Es, en definitiva, una seña de identidad que los valencianos sienten como propia y un ecosistema único en el mundo que requiere mantener el equilibrio ecológico necesario para garantizar la supervivencia de su amplia riqueza de flora y fauna», proclama.