La presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, posa para Europa Press, a 1 de agosto de 2024, en Bilbao, Bizkaia | Iñaki Berasaluce - Europa Press

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La presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, ha afirmado que, si no hay un cambio de postura y actitud en la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ve «muy difícil» el acuerdo para la reducción de la jornada laboral. A su juicio, hay que «trabajar, entender y no imponer», y cree que el pacto cerrado esta semana con el Ministerio de Seguridad Social demuestra que, «si hay intención de negociar, siempre se llega a un acuerdo».

En un entrevista concedida a Europa Press, Yagüe se ha referido, de esta manera, a la negociación que se afronta en Madrid para reducir la jornada laboral a 37,5 horas y que continuará en septiembre después de que no se alcanzara un acuerdo en la reunión del pasado 29 de julio.

Tamara Yagüe ha asegurado que, cuando hay «intención de negociar siempre se llega a un acuerdo», como, en su opinión, ha quedado demostrado con el alcanzado esta semana con el Ministerio de Seguridad Social, que ha querido poner en valor.

La responsable de la patronal vasca ha señalado que, en el tema de la reducción de la jornada que aborda el Ministerio de Trabajo, «nunca se ha negado la posibilidad de llegar a un acuerdo» en esta materia.

Yagüe ha manifestado que en Euskadi la mayoría de los convenios ya llegan a la reducción de jornada propuesta de 37,5 horas y serían solo 250.000 trabajadores los que podrían verse afectados por esa medida, que son sectores del Comercio, Hostelería y de mano de obra intensiva. «La mayoría del resto de los sectores ya estamos por debajo de las 37,5 horas y media», ha precisado.

Periodos transitorios

Según ha remarcado, lo único que está pidiendo la CEOE son periodos transitorios para esa reducción y que se mantengan los acuerdos ya existentes en los convenios.

Tras advertir de que «no todos los sectores están igual», ha precisado que la reducción de jornada «se puede permitir siempre y cuando aumente la productividad». «Y esto es algo que continuamente pasa precisamente por la negociación colectiva. Por eso se reduce la jornada en las negociaciones colectivas, porque hay un aumento de productividad, pero se tienen que dar a la vez», ha explicado.

En este sentido, ha indicado que, cuando hay una reducción de jornada como la que quiere «imponer» el Ministerio de Trabajo, tienen que plantearse «medidas de flexibilidad para poder llegar a hacerlo».

Tamara Yagüe ha indicado que es algo que ya se ha hecho en otros países, por ejemplo en Francia, donde cuando se acordó la reducción de jornada a las 35 horas, se aumentó la posibilidad de horas extras a 150 horas y se incentivó con reducciones en la Seguridad Social.

Por lo tanto, ha insistido en que, en otros países donde se ha hecho esa reducción de jornada, ha ido acompañado de otra serie de medidas para facilitarla.

«Aquí lo que se está pidiendo es, lógicamente, una mayor flexibilidad horaria, porque si tenemos que reducir y todavía no tenemos la productividad, necesitamos poder compensarlo de alguna forma. Se ha pedido mayor posibilidad de horas extras, se ha pedido mayor flexibilidad y se ha pedido que a determinados sectores les apliquen unos periodos transitorios de una forma distinta», ha recordado.

Yagüe ha afirmado que, «si hay intención de llegar a un acuerdo, se puede llegar», lo que hay que hacer es «trabajar, entender y no imponer», tal como, según ha recordado, apunta el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que ha advertido de que, en realidad, se les plantea «jugar un partido» pero ya se sabe «cuál es el resultado y de qué equipo es el arbitro».

En este sentido, ha indicado que será «muy difícil» llegar a un acuerdo si no hay un cambio de postura y actitud de la vicepresidenta, Yolanda Díaz. «Vayamos a negociar, no estamos diciendo que no se puede hacer. Estamos dispuestos a llegar al fin que estamos buscando, pero vamos a buscar los medios adecuados para que no se pierda competitividad», ha añadido.

Ante el planteamiento de seguir adelante en Euskadi con la experiencia piloto de reducción de la jornada laboral a cuatro días, ha remarcado que se mantienen en su posición de que «no es prioritario ni necesario, hoy por hoy». «Hay otras necesidades. Tanto desde Confebask como desde de todas las territoriales -Adegi, Cebek y SEA- consideramos que no es ahora el momento de atender la reducción de jornada», ha concluido.