La directora general de Energía y Minas del Gobierno de Aragón, Yolanda Vallés. | EDUARDO EZEQUIEL

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Aragón exportó el 53% de la energía eléctrica producida en 2023, la gran mayoría --un 83,9%, casi cuatro puntos más del objetivo marcado por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima Nacional para 2030-- procedente de renovables, después de que la generación creciera un 8,5% con respecto a 2023, por encima del aumento en la potencia instalada.

Según el Boletín de Coyuntura Energética en Aragón 2023, el 55% de la energía generada en la comunidad autónoma es eólica, el 16% solar fotovoltaica, el 12% hidroeléctrica, el 10% de ciclo combinado, el 6% de cogeneración convencional y el 6% de biomasa. El carbón ha pasado a suponer apenas un 0,1%.

En total, 21,472 gigavatios/hora, el 8% de la energía generada en el conjunto de España --el 12% de la renovable--, ha señalado en rueda de prensa la directora general de Energía y Minas del Gobierno de Aragón, Yolanda Vallés.

Así, la generación de energía eólica creció un 17% en 2023 y la de solar fotovoltaica, un 29%. A fecha de 25 de julio de 2024, la potencia instalada en Aragón se sitúa en 11.871 megavatios. El 45,6% de la energía consumida en Aragón tiene origen renovable, aunque en el caso de la electricidad esta cifra asciende al 83,95%.

Es más, sólo con la energía eólica producida se podría atender más de tres veces el total del consumo residencial, comercial y de servicios de la Comunidad. En el caso de la fotovoltaica, esta cifra se sitúa en el 94%, con lo que se prevé que en el próximo año sea ya capaz de abastecer todo este sector por sí misma. En total, Aragón produce el 179% de la energía eléctrica que consume.

En cuanto a la dependencia del exterior, un 45,3% de la energía total generada no depende de fuera, ya que la Comunidad Autónoma debe importar el petróleo y el gas natural, que suponen el 38,2% y el 14,6% del consumo, respectivamente, principalmente por el sector del transporte o las calderas de los hogares.

Reducción del consumo por aumento del autoconsumo

No obstante, la directora general ha destacado que el consumo se redujo un 4,43% con respecto a 2022, lo que ha achacado al aumento del autoconsumo, cuyas instalaciones se han duplicado en un año --de 171.000 a 450.875 kilovatios-- y al elevado precio de la energía el año pasado.

Esto demuestra, en palabras de Yolanda Vallés, un «cambio tendencial», ya que habitualmente el incremento del consumo energético implicaba un aumento del PIB, pero el aumento del autoconsumo ha modificado las cordenadas.

Aragón, por tanto, por su alta disponibilidad de agua, viento y sol, tiene un papel estratégico en el ámbito energético al estar situada próxima a comunidades tradicionalmente deficitarias, como Comunidad Valenciana, Cataluña, País Vasco o Madrid. De hecho, esto está en la base del plan energético 2024-2030 que está elaborando en estos momentos el Ejecutivo autonómico.

Además, los criterios del Ministerio priman el consumo de proximidad, lo que favorece a Aragón de cara a ser un territorio atractivo para los inversores.

Retos de futuro

En este sentido, entre los retos del futuro, Vallés ha citado la instalación en Aragón de empresas con consumo electrointensivo que permitan, a su vez, la creación de pymes.

Para ello ha apostado por invertir en redes de transporte y distribución para mantener la seguridad del suministro, así como en el almacenamiento.

Así, ha considerado «evidente» que será necesaria una mayor inversión por parte de Red Eléctrica ya que hay nudos de transporte donde todavía no hay posiciones de consumo.

Por último, en cuanto a la instalación de nuevas plantas de generación de energías renovables en Aragón, ha indicado que hay 122 expedientes a la espera de ser autorizados en eólica, con una potencia total de 3.457 megavatios, y 617 de fotovoltaicas, con una potencia de 6.820 megavatios.