Archivo - Una jornalera durante su labor, escardar arroz, en un arrozal en Isla Mayor. A 26 de agosto de 2022 en Sevilla (Andalucía, España). | María José López - Europa Press - Archivo

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Los arroceros de las marismas del Guadalquivir prevén alcanzar en la próxima cosecha las 200.000 toneladas, una vez que sembraron entre finales de mayo y principios del mes de junio el 68% de la superficie disponible, según ha destacado el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Mauricio Soler.

Esta siembra fue posible después de saber que la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) les otorgaba una dotación de dos tercios de la totalidad de agua máxima que pueden obtener, esto es 264 hectómetros cúbicos.

«Con las 200.000 toneladas en la provincia de Sevilla, en ambas márgenes, al menos pagaríamos o cubriríamos los costes de producción del arroz», ha subrayado Soler. Cabe recordar que el año pasado no se pudo sembrar nada y el anterior solo el 30% de las hectáreas disponibles por falta de agua.

De esta manera, esperando que el mes de septiembre sea benévolo, «un mes suave, de vientos húmedas y no secos, para que el arroz no cristalice y se llene por completo la espiga», los arroceros estiman que se iniciará la cosecha «a partir de la segunda o tercera semana de octubre»

En cuanto al nivel de empleo, Soler ha apuntado que, en una campaña normal, se llega a los 5.000 puestos de trabajo, por lo que, en esta, imagina que estará por «4.000 y pico». «Aunque se haya sembrado el 68% de la superficie, hay personal que se necesita sí o sí, ya sea con la superficie total sembrada o con solo una parte de la tierra», ha explicado.

Asimismo, el sector arrocero sevillano siempre llama la atención sobre la capacidad de «devolver cristalina el 75% del agua que captan con materiales en suspensión», lo que les convierte en «un filtro del río», además de ser «la despensa de Doñana» ayudando a su diversidad de flora y fauna.