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Agentes de la Policía de la Generalitat - Mossos d'Esquadra, junto con agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza, han detenido a 23 personas (20 hombres y 3 mujeres) como presuntos responsables de delitos de estafa, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Los detenidos habrían estafado, en un período de medio año, más de un millón de euros a más de 1.200 personas en todo el Estado suplantando al banco.

Según ha informado el Departamento de Seguridad, a mediados del mes de octubre del año pasado, se detectó un aumento de denuncias relacionadas con estafas virtuales en las que los autores utilizaban nuevas tecnologías para enviar correos electrónicos y mensajes en aplicaciones de mensajería y redes sociales con el objetivo de obtener datos personales de las víctimas para sustraerles dinero.

En el transcurso de la investigación se identificaron numerosas víctimas en todo el Estado que habían sufrido el mismo tipo de estafa por parte de una misma organización criminal.

En este punto, se estableció un Equipo Conjunto de Investigación formado por investigadores de la DIC de la Región Policial Central, de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Policía Nacional y de la Sección Central de Investigación Criminal y Policía Judicial de la Ertzaintza, bajo la coordinación del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CITCO).

Los investigadores iniciaron una compleja tarea de estudio y análisis de las denuncias que permitió establecer una línea de investigación que indicaba y apuntaba que una parte importante y significativa de estas estafas se podrían estar cometiendo desde la comarca de Osona, y más concretamente por parte de un grupo de personas que había establecido su base de operaciones en la localidad de Manlleu.

La investigación ha permitido destapar una estructura criminal especializada en realizar estafas leves y graves a múltiples víctimas mediante smishing (SMS), phishing (correo electrónico) y vishing (llamadas telefónicas).

Con una réplica fraudulenta de la página web de la entidad bancaria y una posterior llamada suplantando la identidad de trabajadores de la misma entidad, lograban obtener datos personales de las víctimas para acceder a sus cuentas bancarias. Normalmente realizaban transferencias de 200 euros, pero en algunas ocasiones vaciaban las cuentas bancarias. En medio año, los detenidos habrían cometido una estafa que asciende a un millón de euros.

Investigación en dos fases

El pasado 20 de marzo se realizaron 9 registros en Osona, concretamente 8 en Manlleu y uno en Masies de Roda, con un resultado de 18 personas detenidas, la mayoría con edades comprendidas entre 20 y 30 años y casi todos con más de un centenar de antecedentes, principalmente por delitos contra el patrimonio, a los que se les atribuyen los delitos de estafa tecnológica continuada, contra la salud pública, blanqueo de capitales con criptomonedas y organización criminal.

En los diferentes registros se intervinieron indicios de la actividad delictiva como teléfonos móviles, dispositivos de almacenamiento de criptomonedas, memorias externas, 50.660 euros en efectivo, tarjetas telefónicas de pago, tarjetas de crédito de terceras personas, armas simuladas, detonadores y una carabina, varias armas blancas y un hacha, así como marihuana. También se procedió al bloqueo de cuentas bancarias de los investigados en 11 entidades.

En la segunda fase, que tuvo lugar el martes 26 de noviembre, los agentes detuvieron a 5 personas más implicadas directamente en el fraude masivo.

Los detenidos, con un amplio expediente delictivo, habían evolucionado su actividad delictiva centrada en hurtos y robos y actualmente se habían especializado en cometer este tipo de estafas consiguiendo grandes cantidades de dinero. La organización disponía de infraestructura tecnológica, conocimientos y grandes habilidades para utilizar sistemas de ingeniería social a fin de obtener información confidencial engañando a sus víctimas. Los investigadores no descartan nuevas detenciones.

Mensajes masivos

La estafa consistía en el envío masivo de mensajes de texto a un número indeterminado de víctimas elegidas al azar simulando que se trataba de su entidad bancaria y en los que se les informaba de un acceso ilegítimo a su cuenta corriente. A partir de ahí, si la víctima se creía el mensaje, seguía las indicaciones y accedía a un enlace que la llevaba a una página web falsa con la apariencia de la real.

Los estafadores, mediante diferentes técnicas, entre las que destaca la ingeniería social, llamaban a las víctimas haciéndose pasar por un gestor del banco y conseguían una serie de datos personales. Con esta información accedían de forma totalmente ilícita a las cuentas bancarias para realizar operaciones fraudulentas.

La organización criminal, que estaba establecida en la comarca de Osona, realizaba la mayoría de las extracciones de dinero en cajeros de Barcelona y Girona, pero también se determinó que lo hacían en otros puntos, como en cajeros del País Vasco, con el fin de dificultar su identificación valiéndose de la itinerancia delictiva.

Entre otros consejos, la Ertzaintza recomienda desconfiar cuando se reciba un SMS o correo electrónico de nuestra entidad bancaria con un enlace, sobre todo si no se ha realizado ningún movimiento con el banco, ya que los estafadores envían mensajes haciéndose pasar por el banco con un enlace fraudulento para obtener datos personales.