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Catina Valls, la que fuera una de las pioneras de la escena regional mallorquina junto a sus hermanos Cristina y Joan Valls, falleció el pasado miércoles en Palma a la edad de 93 años. Retirada de la escena desde hacía 50 años, fue la fundadora de la compañía Catina-Estelrich junto a su cuñado Joan Estelrich, una de los principales grupos teatrales de los años 20 y 30. El funeral de Catina Valls tendrá lugar hoy, a las 20.00 horas, en la parroquia de Nostra Senyora del Remei de es Molinar. Catina Valls nació en 1906 en Palma. Estudió declamación y a principios de los años 20 participó en algunas representaciones en el Cercle d'Obrers Catòlics y en el Saló Mallorca. Compaginó esta actividad con la de cupletista, con el nombre de Catina la Baleárica, en el Teatre Líric y otras salas de Mallorca. También leyó poemas en Radio Mallorca con el nombre de Señorita Bellver.

En 1927 fundó la compañía Catina-Estelrich, con la que actuó hasta su disolución en 1938. Recorrió toda Mallorca como primera actriz, principalmente con obras en castellano de Carlos Arniches, Linares Ribas, Pedro Muñoz Seca y Luca de Tena. A partir de 1930 lo hizo con piezas enmarcadas en el teatro costumbrista, como «Es metge nou» y «L'amo en Sion», de Miquel Puigserver; «El tio de l'Havana», de Tous i Maroto; y «El rebeneit», «Cigala juliolera» y «Celestina», de Aina Villalonga.

En 1948, al fundarse compañía Artis, actuó en algunas obras hasta que en 1949 se retiró definitivamente de la interpretación con la obra «Portes obertes», de Martí Mayol y Josep Maria Palau i Camps. En los años 50 montó y dirigió, con Josep Ribas, una compañía de teatro infantil que hizo diversas representaciones en el Teatre Principal.