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El arqueólogo autodidacta Damià Cerdà Juan (Pollença, 1917) cedió ayer de manera oficial al Consell Insular su biblioteca y archivo «que han constituido su herramienta de trabajo para que sigan siendo útiles a la comunidad intelectual y al pueblo de Mallorca», según especifica el convenio formado ayer por el arqueólogo y la consellera de Cultura de la institución insular Maria Antònia Vadell. Uno de los puntos del convenio es que todos lo materiales donados no podrán ser dispersados sino que deberán estar «al servicio de la unidad administrativa responsable de arqueología dentro de la gestión de Patrimonio Cultural».

Durante el acto de la firma también se presentó el libro «Les àmfores salseres a les Illes Balears», del que es autor Damià Cerdà y para el que contó con la colaboración de uno de los arqueólogos del CIM, Biel Pons.

Aunque él se confesó siempre sólo como un «aficionado a la arqueología», todos los presentes en el acto reconocieron su magisterio en estos asuntos y le calificaron como un experto en arqueología subacuática y ceremología, sobre todo en ánforas y cerámicas griegas. Pons destacó ayer la importancia del legado pero, especialmente, del archivo del arqueólgo del que dijo que estaba compuesto de importantes documentos como dibujos de las piezas, «porque tiene una mano diestra en el dibujo», «notas, fotos, todo un material del que no tendríamos conocimiento si no fuera por él». Damià Cerdà es un lúcido conocedor del entramado científico y humano que se teje aquí alrededor del patrimonio arqueológico.

Ha acumulado una gran cantidad de documentación y la bibliografía más selecta sobre este campo de investigación científica, apuntaron desde el CIM.