En la imagen, algunos grabados de Picasso que se exponen en el Casal Solleric de Palma. Foto: TOMAS MONSERRAT.

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Una de las tres colecciones completas que existen en el mundo de la «Suite 156» de Picasso llega hoy a la Planta Noble del Casal Solleric. Se trata de una colección de grabados de 156 planchas que el artista grabó entre enero de 1970 y marzo de 1972, un año antes de su muerte.

«Suite 156» es la última de las grandes series de grabado que creó Picasso y la síntesis de su creatividad, donde el artista plasma todos sus intereses artísticos y personales, su visión del mundo, de la historia del arte con alusiones a maestros como Goya, Rembrant o Degas, entre otros, y referencias al erotismo, a la sexualidad y a la mujer. Propiedad de la Fundació Bancaixa, la obra permanecerá expuesta hasta el 25 de marzo. Como se explicó ayer en la presentación, en la muestra se podrá ver también que Picasso trabajó con planchas de cobre de distinto tamaño y con diferentes técnicas, aguafuertes, aguatintas, punta seca y buril.

En cuanto a las obras que concursaron en el Premi Ciutat de Palma de pintura, se encuentran expuestas en la planta baja del centro, donde sobresale la tela ganadora, un cuadro de gran formato del palmesano Ñaco Fabré en el que el artista plasma su característico lenguaje de signos con una técnica más depurada. Junto a ella se exponen las dos menciones especiales que corresponden a Mar García Ranedo y Amable Villarroel. Las telas finalistas pertenecen a Joan Vallespír, Juan José Morey, Adrià Pina, Rafael Perelló, Jaume Amigó, Francisco José Espinosa, Rafael Bestard y Enric Company.

En cuanto al Espai Quatre, que se reinaugura con una nueva dedicación, la de la obra única o instalación, tanto de artistas emergentes como consagrados, abre sus puertas con una instalación del joven mallorquín Santiago Picatoste, que presenta varias columnas translúcidas con rostros definidos e indefinidos. Espai Quatre será coordinado por Neus Cortés.