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REDACCIÓN
La periodista de Última Hora Ràdio Àngela Seguí entrevistó ayer a Pere A. Serra, presidente del Consorcio del Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma, que explicó el funcionamiento y la futura gestión de este centro de arte que se levantará en el Baluard de Sant Pere.

"La verdad es que ha sido un éxito la presentación del museo en Madrid.
"Sí. Yo nunca hubiese pensado que tanta gente de Madrid relacionada con el arte mostrase este aprecio e interés. Tampoco pensaba que pasara tanta gente por el «stand» del museo. Allí no escuché más que elogios.

"Parece que las críticas, más que en Madrid, han surgido aquí.
"Me extrañan estas críticas porque llegan con tres años de retraso. El convenio se firmó hace tres años. ¿Es que han necesitado todo este tiempo para estudiar el documento?

"Habrá sido el convenio más estudiado en las Balears...
"Sí, creo que excesivamente estudiado, porque si todo lo que se ha dicho de este convenio es cierto, yo propondré a las instituciones que se modifique. Hace un momento, en otra emisora, el señor Lluís Pomar decía que yo mandaba. Y le he dicho: «Mire, en Madrid yo propuse a las instituciones hacer un concurso internacional y buscar un buen director». Y también he dicho que propondré hacer una selección entre las fuerzas vivas de la ciudad "desde la UIB a la Acadèmia de Belles Arts, pasando por pintores y galeristas" para admitir o rechazar las obras que tienen que ir al museo. No creo que pueda haber más democracia que ésta. Y si en el Consorcio, tres años después de la firma, vemos que hay algún punto débil en los estatutos, lo modificaremos de inmediato. Si es así, tendremos que agradecer a las críticas que hayamos evitado los errores, aunque será una pena hacerlo con tres años de retraso.

"¿Cree que hay algún interés especial en que hayan surgido estas críticas?
"No. En todo caso pienso que en algunos casos es una cuestión de celos. Mire, me gustaría resumir los hechos: lo que nos importa es amar nuestras islas, amar Mallorca y hacer lo que pensamos que es mejor por ella. Y esto lo podemos hacer los mallorquines. Ahora bien: hay empresarios que tienen sus negocios en Mallorca, pero sus beneficios salen al exterior, puede que estos no amen Mallorca como lo hacemos nosotros.

"¿Por qué piensa usted que este museo es tan importante para esta isla?
"Yo no he dicho en ningún momento que fuese tan importante. Lo único que digo es que convergen una serie de circunstancias. El museo se levantará en un lugar abandonado, que ahora está lleno de ratas, y que desde 1400 había sido un fortín militar. Ahora pasará a la ciudad, y la gente podrá disfrutar este espacio. Es una conquista importantísima para la ciudad. Con la futura biblioteca, el Baluard se convertirá en una de las zonas privilegiadas de Palma. En el Mediterráneo, además, todas las ciudades destacadas como Barcelona, Valencia, Niza, Cannes... tienen museos importantes. En Mallorca no hay ningún museo de arte moderno y contemporáneo de ámbito internacional. Y repito una vez más: la idea no fue mía, sino de Carlos Ripoll (ex teniente de alcalde) que un día vino a mi despacho y me dijo: «¿Qué harás con todas las obras de arte que tienes aquí?». Yo le dije: «No lo sé». Y me contestó: «¿Por qué no hacemos un museo en el Puig de Sant Pere?», que se ve desde la ventana de mi despacho. La idea nació así. Quiero decir otra cosa: a mis setenta años no pienso en lo que pasará dentro de 30, que es el tiempo que doy las obras. Y estoy seguro que mis hijos, dentro de 30 años, no tendrán ningún problema para acordar con Cort que las obras continúen en el museo.

"Uno de los puntos de crítica hace referencia a quién gestionará este museo. Han llegado a decir que usted tiene intereses y que por eso quiere controlar la gestión.
"No, lo único que yo quiero controlar, y esto lo digo muy claro, es la obra que dejaré, porque el arte es muy delicado y se tiene que mantener con unas condiciones especiales. Recuerdo que cuando Sir Roland Penrose nos dejó «La maternitat» de Joan Miró para la exposición antológica de sa Llonja, cada día iba para comprobar si estaba en condiciones más que óptimas. La obras de arte tienen que cuidarse mucho.

"¿Pero en ningún momento usted quiere llevar la gestión del museo?
"En absoluto. Será un director el que tendrá que hacer el trabajo. Y la gestión tiene que recaer totalmente en el Consorcio.

"Usted lo que hace es ceder sus obras al museo para que puedan ser vistas por todo el mundo, y con un contrato de 30 años.
"Sí, porque en treinta años el museo vuelve al Ajuntament, no a Pere Serra. Yo no me quiero meter en la construcción, cuánto tiempo tardará, los arquitectos... No quiero saber nada de esto. Mi filosofía es que cuando el museo esté me digan: «Señor Serra, usted tiene que entregar los cuadros». En este caso, la Fundació los entregará. Y si falta alguna otra cosa, también la ofreceré. Ésta es mi labor: descolgar los cuadros de casa, o sacarlos de los almacenes donde reposan ahora, y llevarlos al museo.

"¿Cuántas obras podremos ver?
"No se sabe aún, depende de este comité que nombrará el Consorcio para la admisión de obras de arte. De todas formas, estoy convencido que habrá obras que querrán: no dirán no a piezas de Picasso, de Miró, de Magritte, de Staël, a según que Ramis...

"Así, su casa de Sóller dejará de ser su «casa-museo»...
"No, no... son dos cosas distintas. En mi casa de Sóller están las esculturas. Y las esculturas no tienen nada que ver con el museo.

"Le han dolido las críticas al museo, precisamente cuando usted se lo había tomado con tanta estima...
"Los que amamos Mallorca tenemos que continuar haciendo cosas por la Isla, tenemos que continuar pensando que es el lugar más hermoso del mundo, nos tenemos que preocupar para que edifiquen poco, que no hagan polígonos industriales, que volvamos a recuperar los olivos. Los que no quieren esto es que no aman Mallorca.