El pintor valenciano Antoni Miró inaugura hoy en el Casal Solleric
una exposición en la que, bajo el título «Volem l'impossible»,
muestra su particular visión del mundo a través de una pintura de
denuncia social. La exposición, promovida por la Caja de Ahorros
del Mediterráneo, es antológica y recoge una serie de las mejores
obras realizadas por el artista desde 1960. La muestra fue
presentada ayer por el artista, que estuvo acompañado por Carme
Feliu, teniente de alcalde de Cultura; Juan Daviu, responsable de
la Obra Social de la CAM; y María José Corominas, coordinadora.
Carme Feliu destacó como una de las principales características
de este autor el «convertir la rebeldía en estética» y calificó a
Miró como «uno de los pintores más interesantes de nuestro
entorno». Al mismo tiempo, destacó su labor en el pop-art, un
movimiento con el que Miró «se convirtió en un cronista de la
realidad a través de sus obras». Joan Daviu mostró su satisfacción
por haber «puesto al alcance de los mallorquines la obra pictórica
de un gran pintor».
Corominas, por su parte, destacó el hecho de que «Antoni Miró
perteneció a una generación que reaccionaron contra la dictadura
franquista y contra la barbarie de la guerra, ya fuera en Angola o
Vietnam». La coordinadora también apuntó el hecho de que este
artista «ha trabajado siempre en series temáticas, de denuncia que
ha ido cambiando con los años».
El artista, por su parte, destacó el hecho de que «el arte pop
en Valencia tuvo una gran carga de denuncia social». En su opinión,
«la pintura es un arma y, aunque no sirve para cambiar la sociedad,
puede ayudar a cambiar la opinión. Es mi pequeña intención de
influir en la sociedad». Miró reconoce que hoy el arte de denuncia
social no está de moda. «Los pintores son un reflejo de la sociedad
y ésta hoy no está muy preocupada por la política ni por lo que
pasa en el mundo. Es por esto que los pintores tampoco reflejan
esta realidad».
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