El escritor y sacerdote Jaume Santandreu presentó ayer en el marco
de la Fira del Llibre una recopilación de relatos que, bajo el
título «Contes malignes», tiene como denominador común la
hipocresía y la maldad. De hecho, Santandreu lo tiene muy claro:
«De pequeños nos decían que contra la pereza había el trabajo o
contra el odio el amor, contra la hipocresía sólo se puede luchar
con maldad». El libro fue presentado ayer por el también escritor
Miquel Segura. El próximo jueves el volumen se presentará en el
Centre de Cultura Sa Nostra. El escritor Antoni Serra y el
catedrático Francesc Bujosa serán los encargados de hablar de la
obra.
Durante la presentación de ayer, Miquel Segura habló de que este
libro había sido fruto de una «venganza». Santandreu consideró
desmesurado el término: «Es fruto de una emprenyada. En 'Encís de
minyonia' explicaba en los últimos capítulos los hechos que
provocaron los profesores del Seminario que me tormentaron a mi y a
toda una generación. Yo envié el libro al obispo Teodor Úbeda, ya
que pensé que tenía la obligación de conocer aquellos sucesos, pues
por mucho menos hoy en día la gente es condenada a muchos años de
cárcel. Yo esperaba que el señor Úbeda nos contestara. No sólo no
lo hizo, sino que se dedicó a desprestigiarme. Fue entonces cuando
escribí estos cuentos. No quería publicarlos, pero cuando Úbeda
escribió aquella carta contra mí, me decidí a publicarlos».
Santandreu nunca había escrito relatos, «son una tentación que
siempre había querido evitar, porque son como un soneto, que o se
hacen bien o no se hacen». En su opinión, los cuatro relatos que
conforman el libro, escritos siempre en primera persona, hablan de
«sexo, amor y muerte, los temas de siempre». También reconoce que
la anécdota que provoca la historia nace de la vida y también la
malignidad, «que está en ella. Es una malignidad muy mallorquina,
que molesta a un valenciano como Teodor Úbeda».
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