El músico mallorquín Pascual Martínez toca el clarinete en la
Filarmónica de Nueva York. A sus 28 años es el único español de una
de formaciones más prestigiosas del mundo. El clarinetista ha
aprovechado sus vacaciones en la Isla para actuar puntualmente como
solista junto a la Orquestra Simfònica de Balears. Ayer interpretó
en el Castell de Bellver, junto a la formación balear, el concierto
para clarinete de Mozart. «Es una experiencia maravillosa volver a
reunirme con mis compañeros después de tanto tiempo», aseguró.
El músico realizó una valoración positiva de su medio año en la
orquesta del Every Fisher Hall, uno de los templos culturales de la
ciudad de los rascacielos, situado en pleno Lincoln Center. «Las
orquestas americanas, y en especial ésta, tienen un sonido más
brillante. Los metales tienen otro tipo de sonido al de las
formaciones europeas. Se trabaja a un nivel muy elevado. Lo que más
me sorprende es el alto de nivel de concentración exigido».
Martínez opinó sobre el titular de esta orquesta, el alemán Kurt
Masur, que «es un gran director, muy respetado, muy bueno. Pero
después de estar al frente 11 años, tal vez sea preciso un relevo.
Y el nombre que más suena es el de Lorin Mazzel». El intérprete
mallorquín estará aún un periodo de prueba en la Filarmónica hasta
que se vea confirmada su plaza definitiva. «La prueba de acceso fue
dura, y tuve que destacar entre más de 220 aspirantes. Me parece
que no he llegado hasta aquí por casualidad», dijo ayer el músico.
Martínez acaba de realizar con la formación estadounidense una gira
por Sudamérica, que les ha llevado a México D.F., Rio de Janerio,
Buenos Aires y Santiago de Chile. El músico, que estuvo desde el
año 1991 hasta 1998 en la Orquesta Sinfónica de Cincinatti, explicó
ayer que «este verano hemos realizado una serie de conciertos al
aire libre por Nueva York».
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