El nuevo Escorxador, destacado como ejemplo de restauración

El título del volumen es «El arte de rehabilitar». Según explicó ayer Francisco Menor Monasterio, director de la Fundación Dragados, «no es un libro más porque en él se explica cómo se han resuelto los temas de rehabilitación, las soluciones arquitectónicas con las más modernas tecnologías y las reflexiones de los técnicos».

En este primer libro, añadió Menor, «recogemos las restauraciones más significativas hechas por la empresa Dragados, las que son buques insignia de una ciudad». En total hay 54. El objetivo del volumen responde al de la Fundación, «rehabilitar y difundir el patrimonio» que, a la vez, es una forma de «sensibilización» hacia el mismo.

Obra del arquitecto Gaspar Bennàssar, el edificio es una obra de primeros de siglo construida según la tipología modernista y con materiales autóctonos como caliza de Porreres o del Coll d'en Rabassa.

La construcción, que en 1906 fue premiada en la Exposición Nacional de Bellas Artes, se encontraba en total estado de abandono a la hora de acometer las obras. La corrosión se había adueñado de las estructuras metálicas, el ladrillo y la chimenea estaban afectados por grandes grietas que amenazaban desplome. En el libro se destaca como característica fundamental de la transformación del antiguo matadero «la diferente funcionalidad del nuevo espacio: la dignidad y confortabilidad que requiere un edificio de servicios comerciales y culturales están muy alejadas de la estricta funcionalidad de un matadero».