La escalera plegable y, al fondo, un vitral, obras realizadas para la Seu.

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El Museu Diocesà de Mallorca contará, una vez finalizada su ampliación y restauración, con una sala dedicada al arquitecto catalán Antoni Gaudí, que entre 1904 y 1914 trabajó en la Seu y dejó un rico legado en Mallorca. En la sala se expondrán las piezas que el genial arquitecto modernista realizó para el mobiliario de la Catedral. Muchas de estos objetos, generalmente dedicados al uso litúrgico, se encuentran actualmente expuestas en la Pedrera de Barcelona, en la exposición titulada «Gaudí. Arte y diseño», que se inauguró el pasado mes de junio y que puede verse hasta el próximo martes.

La creación de esta sala, que aún está pendiente de la aprobación del Capítol Catedralici, sería una de los cinco nuevos espacios que se crearán con las remodelación que actualmente se está llevando a cabo y que tienen un presupuesto 1'2 millones de euros. El museo contará también con otras cinco salas. Todas estarán conectadas a través de la pared en la que hasta hoy colgaba el carismático cuadro de Pere Niçard, «Sant Jordi», que será la estrella del nuevo museo.

La sala dedicada a Antoni Gaudí contará con numeroso mobiliario litúrgico que el arquitecto realizó para la catedral de Palma. Aunque todavía no se ha decidido con exactitud las piezas con las que se contará, se baraja la posibilidad de que entre los objetos seleccionados estén una sombrilla basilical, realizada en madera, bronce y tejido; o una enorme escalera plegable que el arquitecto realizó en madera policromada, hierro forjado y fieltro. Esta pieza sirve para acceder al altar durante la exposición del Santísimo y Antoni Gaudí decidió hacerla plegable para que, cuando no se utilizara, ocupara menos espacio.

Otras dos piezas que tienen una gran importancia y que podrían ir a la nueva sala son dos vitrales que Gaudí diseñó para la Seu. Uno de ellos, que no se ha expuesto nunca en Palma, fue elegido para abrir la exposición de la Pedrera de Barcelona. Otros de los «muebles» que Gaudí diseñó para la Catedral de Mallorca y que podrían ocupar este nuevo espacio son: un banco para oficiantes, un tintináculo, diversos taburetes para los actos litúrgicos, un bello falsdistorio -una silla utilizada por el Obispo en determinados actos- y dos atriles realizados en hierro y madera.