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JAVIER MARTÍN - EL CAIRO Una nueva puerta sellada y una cámara vacía fue «el enigma» que desveló ayer un robot de alta tecnología introducido por la sociedad National Geographic en uno de los más arcanos conductos que recorren el interior de la Gran Pirámide de Keops. En un programa en el que primó el espectáculo televisivo por encima del rigor científico, los millones de espectadores que esperaban con ansiedad ser testigos de una revelación histórica observaron atónitos como detrás de la puerta únicamente se escondía una mínima cámara vacía y también sellada.

«Hemos descubierto qué había detrás de la puerta y revelado que el enigma continúa. Ese es el valor de nuestro hallazgo», dijo al término de su aventura televisada el arqueólogo egipcio Zaki Hawas, protagonista de la investigación. Con anterioridad, y todavía en el interior de la pirámide, Hawas fue capaz de explicar, tras haber observado durante escasos segundos la imagen difusa grabada por el robot, que el segundo sello «es una pared más débil plagada de grietas y huellas digitales de los antiguos egipcios».

Según el arqueólogo, esta nueva puerta «demuestra que las pirámides fueron construidas por los egipcios» y rebate las teorías de que fue una civilización superior la que levantó los edificios de piedra más antiguos de la historia de la humanidad. «Aquellos que niegan que los egipcios fueron los constructores de las pirámides tendrán que tener la boca cerrada a partir de ahora», dijo a los periodistas un excitado Hawas. El egiptólogo también reiteró su creencia en que los misteriosos canales fueron horadados para que el alma del difunto faraón saliera hacia la eternidad.