TW
0

Patrimonio Histórico del Consell Insular, que en 2002 ha contado con un presupuesto de 568.029'09 euros (94.512.121 de pesetas), anuncia, entre otras actuaciones, un notable aumento en la protección del patrimonio de Mallorca con 114 expedientes de declaración tanto de Bien de Interés Cultural (BIC) como de Bien Catalogado. La cifra es considerable si se compara con la de 1998, que fue de cuatro.

Miquel Àngel Grimalt, director insular de Patrimonio y Urbanismo, explicaba ayer que no sólo en la presente legislatura, sino «especialmente en 2002 se ha hecho un esfuerzo considerable de catalogación». Fueron varios los motivos que llevaron a su departamento a ir aumentando progresivamente la cifra de declaraciones, que en 1999 fue de 19 expedientes; en 2000, de 44; en 2001, de 36 y en 2002, de 114. Por un lado, «nos habíamos marcado como objetivo llevar la protección que suponen ambas categorías a todos aquellos bienes susceptibles de merecerla». Desde el CIM, que también «desempolvó» expedientes parados desde hacía años, se considera fundamental la firma de un convenio con la Universitat que ha permitido agilizar los trámites. «En cada expediente es preceptivo el informe de una institución consultiva superior; nosotros pensábamos que debía ser la UIB, pero al no existir un convenio cada vez que poníamos en marcha un expediente teníamos que negociar cada caso. Ahora, al existir un convenio genérico nos ha permitido desbloquear los temas». Y, finalmente, destaca que «se ha trabajado mucho en yacimientos arqueológicos como los de Manacor» en los que la protección llega a todo el ámbito de los mismos.

Grimalt también apunta que las declaraciones de Bien de Interés Cultural y Bien Catalogado, que significan la máxima protección, se han otorgado no sólo a edificios. «Hasta ahora la idea era que las catalogaciones sólo fueran a edificios con valor histórico, pero el patrimonio es mucho más». Por eso «este año las hemos aplicado a belenes históricos, la silla gótica de Alfàbia, colecciones como la de Anglada Camarasa o la biblioteca de Alfàbia». También se ha puesto en marcha la figura de Lloc Històric para elementos etnológicos y su entorno.