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TOLO LLABRÉS
Rebecca Horn presentó en la noche del viernes su instalación «Moon Mirror» en la Església del convent de Sant Domingo de Pollença. Como indicaba el comisario Biel Amer, «la obra es una historia relacionada con el Génesis, en el que la artista une elementos antagónicos como son el agua y el fuego, ambos capaces de crear y de destruir». El sol, como símbolo de fuego, es representado por una proyección que cuelga del techo de la iglesia creando el efecto del eclipse. Justo debajo, en el suelo, se posa un enorme cristal en movimiento que la crítica artística Doris von Trohen interpreta como «una fuente de agua en constante movimiento que refleja la luz del sol que pende sobre ésta».

La pieza que ahora se muestra fue modificada en el proceso creativo de la artista. Sobre los planos se había planteado una instalación en la que presidía un haz de luz que se perdía en los diferentes rincones de la iglesia, pero Horn consideró que las imágenes religiosas de los lados de la iglesia son tan potentes que no quiso modificar ese ambiente.

La instalación va acompañada de un poema escrito por la artista y que fue interpretado musicalmente por Hayden Crisholm y siete músicos más llegados desde diferentes países. Según Crisholm, es una colaboración de dos años.