La Comissió del Centre Históric rechazó ayer el proyecto del
arquitecto Pere Nicolau para la restauración de Can Oleo,
perteneciente a la UIB, por no adecuarse a la normativa de Palma.
Nicolau ganó un concurso abierto y obtuvo el visto bueno de la
Comisión de Patrimonio del Consell Insular. Can Oleo tiene la más
alta protección en el catálogo, la A1.
La polémica se centra en una nueva pared de cristal sobre el
elemento más singular del edificio, la escalera gótica. Ayer, el
voto de rechazo fue por unanimidad con la abstención del
representante del Colegio de Arquitectos. José Manuel Sierra,
concejal de Vivienda de Cort, confirmó la resolución de la Comisión
señalando que, según la normativa palmesana, «en un inmueble que
goza de una protección como la de Can Oleo no se pueden modificar
elementos y la restauración debe hacerse con materiales análogos».
Por lo tanto, ateniendose e ello, el arquitecto deberá «modificar»
los aspectos que contravienen estas disposiciones para poder
desarrollar su proyecto de rehabilitación. Nicolau conoció ayer por
la tarde la noticia por una llamada de este diario y pidió tiempo
hasta hoy para poder dar una respuesta. La pared de cristal aludida
es uno de los aspectos «importantes» tenidos en cuenta por el
jurado para premiar su diseño.
ARCA siempre estuvo en contra del proyecto de Nicolau. Su
crítica no sólo se refiere al muro acristalado. En marzo de 2001,
cuando la Comisión de Centre Històric no autorizó el proyecto por
primera vez, remitiéndolo a Patrimonio del Consell, fuentes de ARCA
apuntaban que «no tiene en cuenta la historia de la casa». La ficha
de catálogo, añadieron ayer, exige «conservar y restaurar y no
tirar una pared y construirla en cristal». Federico Climent,
presidente de los arquitectos mallorquines, dijo que el Colegio
«apoya el proyecto, en cuanto ha sido premiado mediante concurso, y
la ejecución más fiel al mismo, otra cosa es la normativa».
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