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Por iniciativa del artista Joan Morey, ocho creadores han unido su obra en la muestra «Edad perversa». La exposición se abre hoy en la Horrach Moyà, galería palmesana que con ella inicia una etapa de exposiciones con comisariado.

Daniel Riera, Spastor, Carles Congost, Pepo Salazar, Cova Macías, Pau Arregi, Albert Folch y Silvia Prada proponen una «mirada perversa» a la adolescencia. Videoarte, dibujo, fotografía e instalación se ponen al servicio de un concepto que pretende ofrecer una visión distinta, a veces agresiva, de la juventud.

El catalán Carles Congost describe -con fotografía y video- la relación onírica de un joven con una nave espacial. Morey apunta: «La gente de nuestra generación siempre ha estado muy fascinada por el referente de la nave sideral. Vivimos una especie de ensoñación con estas máquinas. En el caso de la obra de Congost, la relación acaba con consecuencias negativas». Pau Arregi resulta -tal vez- el artista que arroja más crudeza al comportamiento adolescente. En una foto, una joven se rasga la piel con una cuchilla de afeitar. En videoinstalación, el espectador puede apreciar como unos jóvenes maltratan a un gato.

Silvia Prada tiene una fijación por unir, en su dibujo figurativo, personajes propios de los dibujos animados manga con escenas homosexuales. Daniel Riera propone otro audiovisual, un modelo de fotografía en una sesión preparatoria. Sus gestos y expresiones van a la par del protagonista del film «Al final de la escapada», de Godard (fuera de campo). Morey ha elegido para abrir el catálogo una cita del escritor francés Michel Houellebecq, autor de «Ampliación del campo de batalla»: «¡Qué lejos el asombro de los años de infancia!. El asombro de descubrir el paisaje fugaz por la ventana». Morey se refirió a esa pérdida de inocencia: «estos artistas aportan su mirada reinterpretadora sobre el comportamiento. Hoy en día la inocencia no es la característica básica de nuestro tiempo, sino la perversión. La violencia se ha normalizado». Spastor se inspira en Joy División para crear su «Halo». La cultura rock está presente en toda la exposición, que se abre con una referencia a Sonic Youth.