Matilde Múzquiz, en pleno trabajo, una obra que ha durado más de 20 años.

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Pintora, profesora de la Facultad de Bellas Artes, en Madrid, ha tenido la suerte de medirse con los bisontes de la Cueva de Altamira para popularizar su inmensa belleza. Matilde Múzquiz, que ha trabajado con su marido, el también artista Pedro Saura, dará hoy una conferencia en sa Llonja sobre arte prehistórico. Su intención, que disfrutemos con él.

-¿Cuál es la razón del arte prehistórico?
-Esa es la gran pregunta que todavía hoy nos seguimos haciendo. Son los prehistoriadores los que han abordado este tema, planteando teorías que comenzaron por la invocación a la caza, signos de carácter sexual, fines chamánicos, y otros que, en mi opinión, más que contradecirse se complementan. Yo creo que debió contribuir el deseo del hombre de retener las imágenes que surgen en su mente y su capacidad para transmitirse a sí mismo en algo que es materia y pensamiento, y que pertenece al grupo humano que lo contempla. Creo, también, que era una señal de identidad en las cuevas y un modo de introducir la vida en el ambiente tenebroso de la cueva, posible lugar de ritos relacionados con la magia que supone el misterio de la vida.

-Con una carrera como pintores del siglo XXI, donde el arte es mercado al mismo nivel que las inversiones bursátiles, ¿diría que el arte prehistórico corresponde a un estadio más espiritual y, a la vez, inocente o ingenuo comparado con el mundo de hoy?

-Creo que el artista no ha cambiado. El de hace 15000 años y el de hoy trabajan en un estadio espiritual. Otra cuestión es la actitud de los que rodean a los artistas. Observando las pinturas prehistóricas apreciamos que eran importantes tanto para su creador como para el grupo humano con el que convivía. No considero que fueran inocentes o ingenuas comparadas con el mundo de hoy, considero que eran sinceras y vitales. El soporte de piedra aporta una gran potencia y los elementos con los que trabaja el fabricante de imágenes es tan sencillo que toda la grandeza que tienen es lo que ponen de sí mismos.