Un año más, la gala de la Nit de la Cultura, donde la Obra
Cultural Balear (OCB) entrega sus premios, lució por su calidad y
buenas actuaciones. Pero la noche vivida el pasado sábado en el
Auditori d'Alcúdia, distó bastante de lo que había sido otros años,
sobre todo por las críticas vertidas por los premiados. A la
despedida del presidente de la entidad, Antoni Mir, se añadió una
reivindicación en favor de la lengua y la cultura propias más
sonora y fuerte que nunca. En total, fueron cerca de quinientas
personas las que asistieron a la gala y el canto unísono de «La
Balanguera» lo dijo todo.
Es difícil superar el énfasis que el ex conseller de Cultura
Damià Pons pone siempre en este tema, pero, en la noche del sábado,
muchos consiguieron llegar a su tono. Tan sólo dos personas, el
director general de Política Lingüística del Govern, Miquel Melià,
y el concejal de Cultura del Ajuntament de Palma, Rogelio Araújo,
la cantaron con la boca pequeña. Y lo cierto es que no es extraño
porque, el sábado, no debieron oírse como en su casa, pues al
margen de ellos nadie en la sala no entendía el bilingüismo que
propugna el PP. De hecho, tuvieron que dejar de aplaudir en
diversas ocasiones por las críticas que se emitieron contra los
suyos.
Durante la entrega de los galardones, el responsable de Blau,
Miquel Àngel Sancho, se mostró especialmente crítico al recibir el
premio Francesc de Borja Moll. Recordando el cierre de la emisora
Som Radio, aludió a la «valentía» de Jaume Matas al hacer efectiva
su clausura y a «su cobardía al no haber dado una explicación». Una
fuerte ovación siguió a su intervención, como también a la de todos
los premiados.
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