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La arqueóloga municipal Magdalena Riera impartió ayer tarde en el Museu d'Art Modern i Contemporani Es Baluard una conferencia bajo el título «La formació del barri de Sa Marina i el Puig de Sant Pere». Riera expuso de manera cronológica la evolución de esta zona de Ciutat desde finales del siglo XII hasta el siglo XV, basándose en su estudio publicado en el libro «La Lonja de Palma». Inició su ponencia explicando que «el barrio de la Lonja estaba entonces fuera de la muralla. Era una explanada en la que sólo existía la atarazana». Comentó que, posteriormente, «Jaime I entregó parte de esta extensión a los caballeros de la Orden de San Juan, de cuyo paso por el barrio queda la Iglesia de San Juan de Malta».

Sobre la urbanización de este barrio, afirmó que se realizó en la segunda mitad del siglo XIII y durante el siglo XIV. «Fue en esta época cuando se trazaron las calles, especialmente la de Sant Pere, que finaliza en la Puerta de Porto Pi. La parcelación fue de estilo gótico, como en el barrio de Sa Calatrava y Sa Gerreria, es decir, en parcelas estrechas y profundas», apuntó y añadió que «se definieron también parcelas grandes para ubicar los alfondecs, edificios comunales en los que los mercaderes guardaban sus mercancías». Un ejemplo de esta construcción se encuentra también en la calle de Sant Pere, «una planta baja con muchos arcos que alberga oficinas del Govern», apostilló.

Entre los avatares acontecidos en esta época, Riera destacó la inundación de 1403, que causó 5.000 muertes y arrasó la parte baja del barrio. «Después de este desastre, se creó el Colegio de la Mercadería», apuntó. A esta entidad se le otorgó el poder de cobrar un tributo a los barcos que entraban en el puerto de Palma. Estos fondos se destinaron a recomponer el barrio, así como para construir la Lonja y reformar el muelle, «lo que supuso un renacimiento de la zona portuaria». Por aquel entonces, según la arqueóloga, «ya se había levantado una muralla en este espacio. Era una muralla defectuosa que se deterioraba fácilmente, por lo que durante el siglo XV vivió numerosas reparaciones. Finalmente se decidió construir un recinto nuevo, del que forma parte el Baluard de Sant Pere». Entre los espectadores, se encontraban los historiadores Jaume Llabrés y el Padre Llompart, que no quisieron perderse la explicación de Magdalena Riera.