Fachada de La Real en una foto de archivo, y Vicens, Mas y Vallespir, ayer en la sede del CIM. Foto: P. BOTA

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El monasterio de la Real y unos 200 metros de su entorno serán protegidos por la Llei de Patrimoni. Así lo anunció ayer Bartomeu Vicens, conseller de Territori del Consell de Mallorca, quien apuntó que también se incoará un expediente solicitando la máxima protección para los antiguos sistemas hidráulicos de la Font de la Vila, d'en Bestard, de origen islámico, y la de Mestre Pere, documentada en 1230. Vicens estuvo acompañado por Joan Josep Mas, director insular de Patrimoni, y Antoni Vallespir, prior de la Real.

Se solicitará la declaración Bien de Interés Cultural (BIC) para el monasterio, con categoría de monumento, y la propuesta incluye extender la protección que otorga la figura legal de BIC a una franja de unos 200 metros lineales alrededor del mismo. Vicens apuntó que es «la primera vez que se propone un entorno de protección tan grande», y añadió que «el Plan Territorial se deberá modificar en esta zona para adaptarlo a esta nueva delimitación». Frente a los diez metros de entorno que suelen quedar bajo la figura de BIC, en este caso serán 200: «Es un hecho histórico», apuntó Mas. Cuando se quiera hacer alguna intervención en la zona se deberá pedir permiso a la Comisión de Patrimonio Histórico del CIM como sucede con todos los bienes protegidos por la Llei de Patrimoni.

Para estas acciones de preservación «se ha considerado la realidad urbanística existente alrededor del conjunto» en el que los monjes cistercienses se establecieron en 1239. Mas explicó ayer que los «valores más relevantes» para considerar a la Real como uno de los elementos «más significativos de nuestro patrimonio y, por tanto, merecedor de una protección individualizada, no serían en este caso los arquitectónicos o estilísticos, sino los que hacen referencia a la importancia histórica y social que los cistercienses significaron con su implantación en la Real».