El Club Internacional Amigos del Arte organizó ayer un almuerzo
en Sineu para agradecer al presidente del Grup Serra, Pere A.
Serra, su contribución a la realización del Museu d'Art Modern i
Contemporani Es Baluard y por su «entusiasta colaboración al
desarrollo de las Bellas Artes».
A la iniciativa del presidente de Amigos del Arte, Juan García
Orell, se sumaron diversas entidades sociales que entregaron
obsequios y recuerdos a Pere A. Serra, destacando «su activa y
constante participación en el desarrollo del mundo del arte».
La presidenta del Club Elsa, Juana Walker, le entregó una placa
y le agradeció su apoyo a la labor del club; la presidenta de
Mujeres Empresarias, Tin Barceló, reconoció a Pere A. Serra con
otra placa de agradecimiento, de la misma forma que lo hizo la
presidenta del Skal Club, Maria Fullana. El presidente de la
«Chaine de Rotisseurs», Tolo Juan, le obsequió con una medalla de
la entidad y un diploma, mientras que el presidente de la
asociación en ayuda a niños con síndrome de Down (Asnimo), Juan
Parera, le ofreció un centro de flores creado por los niños de esta
asociación. Y Juan García Orell le obsequió con una pintura
abstracta que representaba a Es Baluard. Finalmente, el
vicepresidente de Amigos del Arte, Jaime de Juan y de Pons, ofreció
al presidente del Grup Serra el diploma de honor del club «por
haber conseguido un museo del que todos los mallorquines estamos
orgullosos».
En el multitudinario almuerzo, celebrado en el restaurante Sa
Penya, propiedad de Josep Oliver, se encontraba un nutrido grupo de
personas relacionadas con el mundo del arte y la empresa. Así, se
reunieron a manteles, entre otros, el presidente de la Real
Academia de Bellas Artes de San Sebastián, Jaume Mir; Bruni Heilm;
Gabriel Vanrell; José Carlos Tous; Pep Sans; Amelia García; Xisca
Aguiló; Antonio García de la Rosa; Pepín Llabrés; Isabel Agüero;
Joan Oliver «Maneu»; Joan Bauzà; Edgar Hoppmer; Carlos Ecker;
Guillem Frontera; José Sastre; Antonio Bonet Sancler; Miquel Bauzà;
Luis Terrasa; Miquel Colom; Miquel Florit o Tomeu Xamena.
La conmoción por la tragedia vivida en Madrid estuvo presente
durante la reunión. Antes del almuerzo, Juan García Orell soltó
ante los reunidos una paloma como símbolo de la paz. El abogado y
escritor Antonio García de la Rosa leyó, más tarde, un sentido
poema en recuerdo de las víctimas y el horror vivido. Finalmente,
Pere A. Serra pidió un minuto de silencio a los presentes antes de
comenzar su discurso.
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