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Figura humana y paisaje árido. Personajes sin rostro que han salido de una catársis. Optimismo. Con estas escuetas palabras resumimos el contenido de la exposición que hoy inaugura Vicenç Torres en la galería Fran Reus, (Calle Concepción, 6), titulada «Despullat» («Desnudo»), un singular con el que el que alude al tono personal.

Ocres y blanco y negro. Telas muy trabajadas, gran formato, para «decir lo máximo con los mínimos elementos». Torres se expresa en sus cuadros «tal como soy, si florituras» y a pesar de esa sencillez a la que alude, su pintura es profunda. «Parece pesimista, pero al contrario, es como si los personajes hubieran salido de un agujero negro». A Torres le interesa «la representación del ser humano», pero también un aspecto ecológico, «la integración de la persona con la naturaleza». Como los humanos practicamos la «desunión, de ahí que pongamos fronteras, practiquemos el atentado ecológico». El artista comenta que «tengo una tendencia a pintar catástrofes, pero no es por una posición pesimista, sino porque me han afectado; el mundo ya sabe de todo esto, por tanto no lo hago por ser cronista».