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El taller de restauración del Museu de Mallorca está recuperando una serie de esculturas en piedra para ser exhibidas en las nuevas salas de la sección de Bellas Artes del centro.

Estas dependencias son las más antiguas del museo y se someterán a un proyecto que modernice su exhibición. Desde hace meses, técnicos del ministerio de Cultura redactan el nuevo proyecto y dentro de poco saldrá el concurso para hacer la remodelación.

La restauradora de la sección de Arqueología del museo, Mabel de Rojas, ayudada por Inmaculada Rigo, también restauradora, son las encargadas de recuperar las piezas en piedra. Principalmente se trata de esculturas góticas o barrocas y, a excepción de una piedad de Vicens Vilesclàs (XV) para un sepulcro de Sant Francesc, el resto de obras no han formado nunca parte de una exposición en el museo. La Banca March colabora en la recuperación de estas obras.

Entre el conjunto que de momento se ha seleccionado sobresalen un grupo escultórico del XVII que estaba en los jardines de sa Llonja y una creu de terme atribuida a Guillem Sagrera que se ubicaba cerca del oratorio de Sant Magí.

El conjunto escultórico de sa Llonja está integrado por dos figuras femeninas, un busto de estatua llamado Ninfa y otro que representa a Mercurio.

Diversas piezas de la tumba del orfebre Antoni Oliva que acogía el claustro de Sant Francesc y que fechan del siglo XV o dos ménsulas de Sant Pere y Sant Pau procedentes de la Cartoixa de Son Ferrandell, en Valldemosa, también se recuperan. Las dos ménsulas son «rarezas» y han despertado bastante interés entre los técnicos.

Las esculturas están trabajadas en diversos tipos de piedra mallorquina. Su restauración permitirá la conservación física de la piedra y profundizar en el conocimiento de las obras.