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El Govern balear aseguró ayer que no intervendrá en el conflicto de la Fundació Bartomeu March entre Manuel y Marita March Cencillo. «Se trata de una cuestión interna que debe dilucidar un tribunal. La función del Govern es ejercer su trabajo como protector pero no debe entrar en cuestiones internas de la fundación ni en pleitos judiciales», afirmó Rosa Estaràs, vicepresidenta del Govern. El Ejecutivo se limitará a cumplir con las funciones establecidas en la Ley de Fundaciones. Ambas partes de la familia han pedido la ayuda del Govern para «poner orden», explicaron fuentes del entorno de Marita March. «Esta intervención fue pedida hace siete meses y debe consistir en ser árbitros dentro de sus limitaciones administrativas hasta que un juez dicte sentencia». La única petición de Marita March es «una auditoría hecha por una empresa externa de las cuentas de la fundación entre 2001 y 2003». Para Estaràs, «un juez debe decidir qué hacer con las piezas de arte reclamadas, no es una tarea del protectorado».

La Conselleria de Presidència i Esports envió un comunicado en el que aseguraba que «el Govern quiere reiterar su más escrupuloso respecto al litigio judicial entre los miembros del patronato de la fundación». El Ejecutivo afirmaba en el mismo que «los servicios de la Direcció General de Relacions Europees i Entitats Jurídiques de la Conselleria continúan analizando la documentación relativa a la Fundació». En el mismo comunicado se reproducía parte de un escrito que la representación legal de Marita March Cencillo ha remitido a Presidència en relación al cuadro «La Condesa de Benavente» de Goya. «No es intención de la señora March Cencillo alterar jurídica o materialmente la situación actual del cuadro». El texto también decía que «no se ha presentado ante el Jugado de Primera Instancia de Madrid ningún escrito en nombre de la Fundació solicitando el fin del proceso, la renuncia de acciones o el desestimamiento del juicio».

Tanto Manuel March Cencillo como Basilio Baltasar continuarán «ocupando los cargos de presidente y director de la fundación hasta que un juez dictamine la validez de la reunión del patronato mantenida el pasado miércoles», dijo Baltasar. Baltasar volvió a pedir la ayuda del Govern para que el Goya y el «Tríptico Biniforani» regresen a la Fundació. «Si el Govern no actúa existe un grave riesgo de perder ambas obras de la Fundació y que mantiene en su poder Marita March Cencillo». Baltasar aseguró que el contencioso «no es una brega familiar» y lamentó que éste «no se pudiese resolver con discreción» después que la otra parte decidiese «ponerse en contacto con los medios». Aún así, apuntó que «no es el momento de insultar y ofender el honor de las personas» e hizo un llamamiento a las partes implicadas para «no perder los nervios» y «esperar el dictamen».