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Luis Castaldo, un ceramista al que le gusta muy poco que se hable de él a pesar de estar considerado como uno de los mejores en su especialidad, expone en el Museu Casal de Cultura de Sóller. La muestra se incluye dentro de los actos que conmemoran la XXVI Conferencia del Mediterráneo. Hacía 44 años que Castaldo no exponía en la localidad de la Serra.

«Es natural que no exponga con frecuencia, porque me dedico a obras más complicadas como, por ejemplo, murales y piezas grandes». Este hecho implica que «emplee mucho más tiempo porque no es lo mismo pintar un cuadro que hacer una pieza de grandes dimensiones», dijo Castaldo. Sin embargo, realizar este tipo de obras inspira más al artista. «Estas obras me motivan mucho más pero también requieren un gran esfuerzo y, sobre todo, toda mi atención».

Castaldo emplea colores muy fuertes en sus piezas. La razón: «Porque la primera condición en la cerámica es la dureza, pues desde sus principios es una dura lucha contra la materia de sus elementos, su manipulación». La materia de la cerámica ha cambiado mucho desde los inicios de esta modalidad hasta el presente. «Se han aplicado nuevas fórmulas pero la cerámica no tiene más secretos que los de sus inicios», en palabras del artista.

Lo que sí varía es la creatividad. «Hay que ser creativos, hay que aportar algo nuevo, una circunstancia que no puede cambiarse bajo ningún motivo». Luis Castaldo se encuentra trabajando en el estudio de un personaje mallorquín poco conocido pero a quien se le debe el descubrimiento del aluminio, Bartomeu Sureda. Castaldo está estudiando e investigando su obra, sus archivos, una manera de liberarse «un poco» de su trabajo artístico.