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«The New York Times» elogia en un artículo la inauguración del Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma, que viene a «completar la oferta artística de la Isla». El periódico afirma que «Mallorca se está convirtiendo en un paraíso para los amantes del arte» y no sólo en un lugar «famoso por sus playas, sus acantilados y sus pueblos de pescadores».

El diario repasa los centros de arte de Mallorca, señalando la existencia de la Fundació Pilar i Joan Miró, la Fundació Bartomeu March, el Centre de Cultura Sa Nostra y la colección de retratos históricos de niños de Yannick Vu y Ben Jacober.

«Ahora Palma tiene otro museo importante, Es Baluard», situado «en una fortaleza del siglo XVII, con espectaculares vistas sobre la bahía». El periódico destaca los «vastos patios situados alrededor de un edificio realizado en hormigón blanco y cristal que permite que la luz penetre en su interior». El museo alberga «una colección con trabajos nacionales e internacionales que incluye algunos Picasso, Miró, Arp, Gauguin, Kandisnky, Magritte y Matisse, así como mallorquines como Barceló y Pilar Montaner de Sureda».

«The New York Times» afirma que «un empresario de Balears, Pere A. Serra, ha donado la mayoría de la obra al museo». «Su colección contiene artistas que tienen relación con Mallorca, como nativos, visitantes o gente que se ha instalado». El diario dice que «algunas de las obras que están ahora en el museo tienen un valor sentimental para Mr. Serra, cuyo abuelo fue un doctor de Sóller, una localidad que, como Deià, es una colonia de artistas».

El artículo continúa explicando que «lo más destacado de la colección de Es Baluard incluye cerámicas y dibujos sobre papel de Picasso, dibujos y grabados de Miró, y esculturas de Richard Serra, Barry Flanagan, caro y Arp». El periódico tampoco se olvida del subterráneo, «donde hay un aljibe del siglo XVII que acoge exhibiciones temporales». El artículo finaliza ofreciendo datos de interés para el lector como el emplazamiento del museo, el horario o la página web.