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S. BENNASAR

En 1995, el escritor Miquel Àngel Vidal comenzó a escribir una serie de relatos que fueron agrupados bajo el título «Les traicions». Poco a poco, y a medida que el volumen de cuentos escritos iba aumentando, Vidal se dio cuenta de que había diferentes temáticas y estilos en aquella obra que iba creciendo y creciendo. Como consecuencia, decidió aglutinarlos de forma temática y conformar, así, una trilogía. La primera parte de este proyecto acaba de ver la luz con la publicación de «Cal·ligrafies agòniques», que ha lanzado Perifèric Edicions.

La obra de Vidal se hizo en 2003 con el premio Benvigut Oliver, que se otorga en Cataroja (Valencia) y, en el mes de marzo, saldrá a la calle la segunda parte de la trilogía, editada por Proa, después de ganar el premio Roc Boronat. Esta parte responderá al nombre de «La mesura de les coses». Según explicó el autor, estos cuentos tienen como protagonistas «personajes traidores y miserables que simbolizan caracteres humanos negativos y que tienen algún elemento de traición». En los relatos que ha reunido en esta ocasión -un total de nueve en tres partes- ha incidido en aquellos que «muestran el carácter más irónico y fantasioso de los personajes». También se pueden encontrar alguno de los relatos más eróticos que el autor ha hecho hasta ahora, «que es una de las cosas que se han de destacar, porque yo normalmente no trabajaba en esta línea». El escritor asegura que no escribió estas historias pensando en hacer una trilogía, pero después de realizar mucho trabajo se dio cuenta de que era mejor así.

Vidal se muestra de acuerdo con aquellos que consideran que el cuento es uno de los géneros más complicados de todos los que existen. «El cuento es un mecanismo en el que no puede fallar ninguna pieza. Un pequeño fallo hace que todo se derrumbe. Por otra parte, tiene la ventaja de que se necesita un tiempo de escritura breve. Sin embargo, la confección de una novela es muy obsesiva».

El autor también explica que «se ha restringido la publicación de libros en ediciones importantes y mucho editores tienen la idea de que es mejor publicar novelas porque para los lectores es más sencillo prestar atención a una sola historia que entrar y salir de cada texto».