Lord Andrew Lloyd-Webber ha estado muy ocupado cantando las
maravillas de la Isla desde que compró una casa aquí, hace casi dos
años. El empresario teatral adora Deià, localidad que le ha
permitido encontrar otro elemento vital que a menudo pasa
desapercibido: «Aquí hay algunos de los mejores restaurantes del
mundo», afirmó. Sabe de lo que habla, ya que durante años fue
crítico gastronómico del «Daily Telegraph». Lloyd-Webber
participará este fin de semana en el festival literario de Deià,
donde se proyectarán nueve minutos de la versión cinematográfica de
«El fantasma de la ópera».
-¿Qué le trajo a Mallorca?
-En realidad fue un error. Durante años, tuve una casa en la
Riviera francesa, lugar en el que me crié, pero llegó un punto en
que el ambiente empezó a disgustarme. Un día, sir David Frost me
habló sobre Mallorca, isla que conocía tras venir a entrevistar a
Michael Douglas. Decidí venir y, cuando llegué, me alojé en la
Residencia con tan mala suerte que al día siguiente empezó a
llover. Una de las pocas cosas que puede hacerse en estas
circunstancias es buscar casa, por lo que empezamos a buscar hasta
encontrar una casa en la parte alta del pueblo.
-¿Con qué frecuencia viene?
-Como mínimo una docena de veces, pero creo que volveré en más
ocasiones. Deià es un lugar encantador, espero que no se estropee
con el tiempo.
-¿Qué aportará el festival literario a
Deià?
-Es difícil saberlo. Simon Finch ha conseguido un gran éxito en el
festival galés de Hay. Lo mejor que puede hacerse es apoyar su
iniciativa desde el principio hasta el final. Creo que Mallorca
tiene más que ofrecer como lugar que el festival de Hay.
-¿Ha considerado incluir Mallorca en uno de sus
musicales del West-End de Londres?
-No lo sé. Lo que pasa con los musicales es que necesitas una buena
historia y éstas no crecen en los árboles. Pasé mucho tiempo
buscando «La mujer de blanco», mi último éxito. Este año se
estrenará la adaptación cinematográfica de «El fantasma de la
ópera» y tendré que recorrer el mundo para promocionarla. Primero
debo terminar la gira. Después podré empezar otros temas.
-¿Qué consejo daría a las compañías mallorquinas que
están empezando?
-Lo más importante es conseguir que lo que se escribe se interprete
sobre un escenario. Cuando Tim Rice y yo empezamos queríamos que
nuestro trabajo se viera en el West-End pero no lo conseguíamos,
así que lo llevamos a una escuela. La obra fue muy bien y llamó la
atención del público. Seis meses más tarde el «Sunday Times» hizo
una crítica y continuamos. Siempre se está buscando nuevo material,
estoy seguro que si una buena obra nace aquí los productores del
West-End vendrán rápidamente.
-¿Qué momento vive el West-End
londinense?
-La congestión que han vivido los teatros no ha finalizado, por lo
que deberían ser ayudados. El gobierno está muy concienciado con
los problemas y está intentando ayudar.
-¿Se respira una buena atmósfera?
-Sí. El éxito de los musicales irá en aumento, pero creo que el
teatro más clásico sufrirá porque no está preparado para las
audiencias modernas.
-¿Cómo ve el futuro?
-He escrito 14 musicales y, por el momento, no haré más. Si la
película sobre «El fantasma de la ópera» es un éxito, algo en lo
que confío plenamente, a Hollywood se le ocurrirá producir más
musicales como «Chicago», que fue un éxito. Si funciona, me
gustaría trabajar en el cine.
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