Las pintadas proliferan sobre las estructuras talayóticas.

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Patrimoni Històric del Consell de Mallorca ha levantado acta sobre la situación de ruina y abandono que presenta el asentamiento talayótico de s'Illot y ha anunciado que, haciendo valer sus competencias, mediará al objeto de encontrar soluciones para corregir y frenar el progresivo deterioro que afecta al yacimiento del bronce final (en torno al 814 antes de Cristo).

Así lo confirmó al director insular del departamento, Joan Josep Mas, que, como había garantizado al enterarse de la lamentable situación en la que se encuentra el yacimiento, envió a un técnico del departamento para que visitara la zona y evaluara el estado de este bien patrimonial.

Después de confirmar la situación denunciada por este diario, Mas aseguró que el informe del técnico ha propiciado que se levante acta. El próximo paso será «contactar con el propietario de los terrenos en los que se localiza el poblado, para tratar de acordar el tipo de actuación que puede llevarse a término» al objeto de «frenar con urgencia los actos de vandalismo que afectan a la buena conservación del asentamiento». Mas también confirmó su intención de contactar con el Ajuntament de Sant Llorenç, término donde está situado. El político recordó que, aunque la propiedad del solar es de un particular, «el control de los yacimientos es responsabilidad municipal».

En este sentido, Javier Ozorio, uno de los propietarios del terreno, ya delegó responsabilidades en la administración municipal cuando explicó que el Consistorio de Sant Llorenç dispone de una autorización escrita -firmada hace dos años, cuando la concejala Francisca Genovart intentó negociar la compra del asentamiento- para poner un cerramiento y detener los actos de vandalismo en un solar que él mismo y el resto de propietarios no tienen interés por mantener, «porque no podemos podemos hacer nada con él», señaló. Mas indicó que en el supuesto de que el propietario no quiera hacerse cargo de las mejoras en el asentamiento, «Patrimoni podría actuar y después cargar el gasto al particular».