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Sa Llonja queda fuera, en una segunda ronda, de la financiación de proyectos de restauración patrimonial con cargo al 1% cultural del Estado aprobada ayer por un importe de 4,6 millones de euros. La noticia llama la atención cuando la rehabilitación de sa Llonja se ha considerado un asunto prioritario por varias ministras de Cultura de distinto color político, incluyendo la actual, Carmen Calvo. Según ha podido saber este diario, en la última reunión del Consejo Nacional de Patrimonio, celebrado los pasados 27 y 28 de octubre en Oviedo, se prometió al Govern «rescatar» el expediente de sa Llonja del Ministerio de Vivienda, donde se encuentra en la actualidad, para pasarlo al de Cultura, en vistas a una posible partida de financiación en 2006, ayuda que desde el Govern se ve lejana.

Este rescate fue prometido a Catalina Sureda, directora general de Cultura del Govern, por Julián Martínez, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, y presidente del citado Consejo cuando Sureda, en la reunión de Oviedo, volvió a sacar el asunto de la subvención de sa Llonja. La restauración está presupuestada en dos millones de euros que pagarían a partes iguales el Govern y el Gobierno central, para lo cual se suscribió un convenio en 2004 con el Ministerio de Fomento, que iniciaba el expediente, convenio «que no llegó a fructificar por el cambio de Gobierno», explicó Sureda, quien añadió que «nosotros ya pusimos una partida para la firma del convenio».

De los 20 proyectos firmados ayer en Madrid, de un total de 54 que irán a cargo del 1% cultural del Estado, que juntos suman 17,3 millones de euros, se afirma en un comunicado de Fomento que «la selección de los proyectos se ha aplicado estableciendo los criterios establecidos en el convenio de colaboración entre los Ministerios de Fomento y Cultura, entre los que destacan los edificios de titularidad pública, los que estén declarados Bien de Interés Cultural, preferentemente en las proximidades de la obra pública, priorizando los que se hagan en cooperación con otras administraciones, que la situación de peligro de pérdida del patrimonio lo haga urgente y realizando un esfuerzo por conseguir un equilibrio territorial en función del índice de población». Según este último párrafo, sa Llonja cumple varios de estos requisitos, pero no ha conseguido financiación estatal. El asunto de sa Llonja viene de lejos, y mientras tanto, «el edificio se degrada», dice Sureda, recordando que una prioridad de rehabilitación «es el tejado». Al Govern sólo le queda «seguir reclamando una vez más».